Los bollos con sémola y ricotta son perfectos para preparar cuando se tiene ricotta que consumir. Tienen una corteza crujiente y el interior suave y prepararlos es realmente facilísimo. Son excelentes degustados rellenos con embutidos y quesos, pero también con mantequilla y mermelada. Si los congelas, siempre tendrás bollos a mano que se descongelarán en un abrir y cerrar de ojos.
Si te gusta preparar el pan en casa, prueba también estas mis recetas:
- Dificultad: Fácil
- Tiempo de reposo: 4 Horas
- Tiempo de preparación: 25 Minutos
- Porciones: 8 bollos
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 150 g harina 0
- 60 g sémola remolida de trigo duro
- 300 g harina 00
- 1 cucharadita levadura seca de cerveza
- 90 g ricotta
- 280 g agua (tibia)
- 2 cucharaditas sal
- 1 cucharada aceite de oliva virgen extra
Pasos
Para preparar los bollos con sémola y ricotta, en el bol de la batidora mezclad la harina 0, la sémola remolida, la harina 00 y la levadura seca de cerveza. Añadid la ricotta y el agua tibia y encended la batidora.
Cuando la masa esté a punto de formarse, añadid la sal y el aceite de oliva virgen extra. Continuad amasando hasta que la masa esté lisa y homogénea y se haya despegado de las paredes y el fondo del bol, enroscándose alrededor del gancho.
Formad una bola con la masa, volved a ponerla en el bol y dejadla fermentar en un lugar cálido, sin corrientes de aire. Dejadla fermentar durante una hora, luego realizad unos pliegues y dejadla reposar hasta que duplique su tamaño. Esto llevará aproximadamente otra hora y media. (aproximadamente 2 horas y 30 minutos en total)
Cuando la masa haya duplicado su volumen, divididla en 8 partes iguales y formad una bolita con cada parte. Pasad las bolitas de masa por la sémola remolida y colocadlas en una bandeja forrada con papel de horno. Aplanadlas con las manos y dejadlas fermentar cubiertas durante otros 20 minutos.
Mientras tanto, precalentad el horno a 220 grados (estático).
Transcurrido el tiempo de reposo, con un cuchillo afilado realizad un corte en la superficie de cada bollo.
Verted medio vaso de agua en el fondo del horno, de manera que se cree vapor, e introducid vuestros bollos a 220 grados durante 10 minutos. Luego, bajad la temperatura a 190 grados y dejadlos cocinar durante otros 10 minutos aproximadamente, hasta que estén ligeramente dorados en la superficie y al golpearlos por detrás produzcan un sonido «hueco».
Sacad vuestros bollos con sémola y ricotta del horno y dejadlos enfriar sobre una rejilla o disfrutadlos aún calientes.
Si sobran, podéis congelarlos tranquilamente en bolsas para alimentos y descongelarlos cuando sea necesario.
