Las trenzas de calabaza, preparadas con masa fermentada, son súper esponjosas y deliciosas con muchos trozos de chocolate negro. La masa se prepara con puré de calabaza cocida, que les da también este maravilloso color naranja, además de hacerlas tan suaves.
Son facilísimas de preparar y perfectas también para congelar. De hecho, siempre comemos algunas recién horneadas y el resto las congelo, así que cuando no tengo nada listo para el desayuno, o para la merienda para llevar al colegio, las descongelo en pocos minutos en una sartén y parecen recién hechas.
Si también os gustan los dulces con calabaza, probad también estas recetas mías:
- Dificultad: Fácil
- Tiempo de reposo: 2 Horas 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes
- 450 g harina 00
- 2 cucharaditas levadura seca de cerveza
- 300 g calabaza (cocida al horno y hecha puré)
- 60 g miel
- 1 huevo
- 60 g leche (tibia)
- 1/2 cucharadita sal
- 50 g mantequilla (blanda)
- 125 g chocolate negro
- c.s. leche (para pincelar)
Pasos
Para preparar las trenzas de calabaza, poned en el bol de la batidora la harina, la levadura seca de cerveza, el puré de calabaza, la miel, el huevo y la leche, y encended la batidora.
Luego, añadid la sal y amasad todo hasta obtener una masa homogénea.
Mientras tanto, picad groseramente el chocolate negro.
Cuando la masa haya cogido consistencia, añadid la mantequilla blanda en trozos y continuad amasando hasta que esté ligada, es decir, la masa se habrá despegado del fondo y las paredes del bol y estará completamente enrollada alrededor del gancho.
Incorporad los trozos de chocolate y amasad hasta que estén distribuidos en la masa.
Formad una bola, volved a colocar en el bol, cubrid con film transparente y dejad levar en un lugar cálido hasta que duplique su tamaño. Tomará aproximadamente 2 horas.
Cuando la masa haya duplicado su volumen, divididla en 12 piezas iguales.
Tomad la primera pieza y sobre una superficie ligeramente enharinada formad un cilindro de aproximadamente 30 cm de longitud (imagen 1). Tomad la punta exterior izquierda y, formando un orificio ovalado, colocad la punta a unos 10 cm de la punta derecha (imagen 2). Luego pasad la punta derecha sobre la primera parte del cilindro y por debajo de la segunda (imagen 3).
Luego, torced el orificio formado sobre sí mismo una vuelta (imagen 4). Finalmente, tomad el extremo del cilindro que sobresale a la izquierda e introducidlo desde arriba en el orificio inferior (imagen 5 y 6).
Colocad la trenza sobre una bandeja forrada con papel de horno y proceded de la misma manera con el resto de la masa.
Cubrid con film transparente y dejad levar las trenzas durante otros 30 minutos aproximadamente.
Mientras las trenzas levan, precalentad el horno a 170 grados (estático).
Pasado el tiempo de levado, pincelad las trenzas con leche y hornead a 170 grados durante 12-15 minutos, hasta que estén ligeramente doradas.
Sacad del horno y dejad enfriar sobre una rejilla o disfrutadlas calientes.
Podéis conservar las trenzas de calabaza en un recipiente hermético hasta el día siguiente. Si no las vais a consumir al día siguiente, os recomiendo congelarlas y descongelarlas cuando las necesitéis, así estarán como recién hechas.

