La tarta de queso con chocolate blanco y frambuesas tiene una cremosidad única y un sabor rico y fresco gracias también a las frambuesas. Prepararla es muy fácil y siguiendo los consejos que encontrarás en mi receta, ¡no puedes equivocarte!
La tarta de queso se cocina en dos tiempos, primero se cocina solo la base en el horno con ventilación, luego se añade la crema y se hornea toda la tarta en modo estático durante unos 75 minutos. Digamos que para preparar una tarta de queso no debes tener prisa. No tanto en cuanto a la preparación, sino seguramente en cuanto a comerla, ya que deberá enfriarse completamente antes de cortarla, idealmente toda la noche en el horno apagado y luego también en la nevera. Pero la espera definitivamente vale la pena.
- Dificultad: Fácil
- Tiempo de reposo: 2 Horas
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 12 trozos
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 160 g harina
- 120 g mantequilla
- 20 g cacao en polvo sin azúcar
- 70 g azúcar
- 1 cucharadita azúcar avainillado
- 2 pizcas sal
- 125 g chocolate blanco
- 100 g mantequilla (blanda)
- 100 g azúcar
- 1 cucharada azúcar avainillado
- 750 g ricotta
- 100 g queso para untar
- 4 huevos
- 100 ml nata líquida
- 30 g fécula de maíz
- 200 g frambuesas
Pasos
Para preparar la tarta de queso con chocolate blanco y frambuesas, precalienta el horno a 180 grados (con ventilación) y forra un molde (22 cm de diámetro) con papel de horno.
Para preparar la base, pon en la batidora la harina, la mantequilla en trozos, el cacao en polvo sin azúcar, el azúcar y el azúcar avainillado. Acciona la batidora hasta obtener una mezcla granulosa. Transfiérela a la superficie de trabajo, amasa brevemente para formar una masa y luego forra el fondo de tu molde. Haz agujeros con un tenedor y hornea a 180 grados durante 12 minutos. Mientras tanto, prepara el relleno.
Lava las frambuesas y deja escurrir.
Pica gruesamente el chocolate blanco y derrítelo al baño maría o en el microondas (¡sin sobrecalentarlo!).
En un bol, bate la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa. Deja las batidoras eléctricas y continúa trabajando la mezcla con una batidora manual, de esta manera incorporarás menos aire, reduciendo así el riesgo de que la superficie de la tarta de queso se agriete durante la cocción. Aunque, para ser sincera, no tengo nada en contra de las tartas de queso agrietadas, al contrario.
Añade el azúcar avainillado, la sal, la ricotta, el queso para untar y mezcla. Luego incorpora los huevos, uno a uno, hasta obtener una mezcla homogénea. En este punto, incorpora el chocolate blanco derretido y la fécula de maíz. Finalmente, vierte la nata líquida y mezcla hasta obtener una mezcla homogénea.
Vierte la crema obtenida sobre la base precocinada y distribuye las frambuesas por toda la superficie.
Baja la temperatura del horno a 160 grados (estático) y hornea tu tarta de queso, colocando también un cuenco con agua en el fondo del horno. Deja cocinar durante unos 75 minutos, hasta que esté ligeramente dorada a lo largo del borde, mientras que el centro puede estar todavía tembloroso. Deja reposar la tarta de queso cocida en el horno caliente y cerrado durante una hora. Luego coloca el mango de una cuchara de madera en la puerta del horno, de modo que quede abierta una rendija y deja que la tarta de queso se enfríe completamente en su interior. Después, transfiérela a la nevera por lo menos 2 horas antes de servirla.
