Las mini pavlovas dulces con Speck Alto Adige IGP combinan de manera armoniosa dulzura y ese toque salado y ahumado que aporta el Speck. Ya he probado la pavlova en innumerables variantes, con fruta fresca y seca, varias cremas e incluso chocolate. Ya era hora de probar una versión que saliera de lo común y fuera diferente a lo habitual, y por eso pensé en el Speck Alto Adige IGP. Con su sabor salado y ligeramente ahumado, armoniza perfectamente incluso con lo dulce, en este caso una delicada crema de limón y fruta fresca. ¡Una verdadera delicia! De todos modos, ya había probado la combinación del Speck con un dulce, en ese caso fue el Strauben.
¿Pero por qué es tan bueno el Speck Alto Adige IGP? Bueno, una de las razones es sin duda la curación, que en promedio dura 22 semanas y se lleva a cabo en lugares bien ventilados, impregnados del aire fresco de la montaña. Durante este proceso, el Speck pierde alrededor de un tercio de su peso inicial y en su superficie se forma una capa natural de moho, que, aunque se elimina al final de la curación, contribuye a darle su sabor particular.
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- Dificultad: Media
- Tiempo de reposo: 1 Hora
- Tiempo de preparación: 35 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Australiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 50 g claras de huevo
- 90 g azúcar
- 1/2 limón (sin tratar – piel)
- 1/2 cucharadita zumo de limón
- 1/4 cucharadita fécula de patata
- 125 g leche
- 125 g nata fresca líquida
- 1/4 cucharadita sal
- 2 yemas de huevo
- 40 g azúcar
- 1/2 limón (sin tratar – piel)
- 20 g almidón de maíz
- 5 lonchas Speck Alto Adige IGP
- 80 g arándanos negros
- 12 frambuesas
- c.s. menta (opcional)
Pasos
Para preparar las mini pavlovas con Speck Alto Adige IGP, pon las claras de huevo en un bol junto con el azúcar y bátelas hasta que queden a punto de nieve. Añade entonces la piel rallada y el zumo del limón y sigue batiendo hasta obtener una mezcla firme y brillante. Finalmente, tamiza la fécula sobre las claras montadas e incorpora con cuidado.
Precalienta el horno a 200 grados (estático).
En una bandeja forrada con papel de horno, con la ayuda de dos cucharas, realiza 4 (o 8) discos de aprox. 7 cm de diámetro y 3 de altura. Deja el borde ligeramente elevado, de modo que en el centro haya un pequeño hueco, donde después, una vez cocidas, irá el relleno.
Hornea y baja inmediatamente la temperatura de 200 a 110 grados (estático). Deja cocer durante 45 minutos sin abrir el horno. Después apaga el horno y deja reposar las pavlovas en el horno apagado durante aprox. 30 minutos, si deseas, incluso toda la noche.
Pon en un cazo la leche, la nata y la sal. Calienta hasta que empiece a hervir.
Mientras tanto, trabaja las yemas con el azúcar, la ralladura de limón previamente lavada y el almidón de maíz, hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea. Continuando a mezclar con un batidor, vierte lentamente el líquido caliente sobre las yemas y trabaja todo hasta obtener una mezcla homogénea. Vierte todo nuevamente en el cazo y calienta a fuego medio-bajo, continuando a mezclar, hasta que espese.
Retira del fuego, transfiere la crema a una fuente o plato, cubre con papel film en contacto y deja enfriar completamente. Idealmente durante al menos una hora en la nevera.
Coloca las lonchas de Speck en un plato y cuécelas en el microondas, a máxima potencia, durante aprox. 2 minutos, hasta que estén ligeramente tostadas y crujientes. Reserva para enfriar.
Lava los arándanos y las frambuesas y sécalos suavemente con papel de cocina.
Antes de servir tus mini pavlovas, distribuye una cucharada abundante de crema en el centro de cada una y decora con la fruta y el Speck Alto Adige IGP crujiente troceado. Añade algunas hojas de menta y sirve inmediatamente.
Consejos
Rellena las mini pavlovas justo antes de servir, ya que el merengue tiende a absorber la humedad de la crema, suavizándose.
