Mousse de skyr con granola y uvas, perfecta para un desayuno o merienda sano y nutritivo. Una receta sin cocción, que se prepara en poquísimos minutos y que también puedes preparar con antelación, tal vez la noche anterior para el desayuno. ¿Conoces el skyr? Bueno, tampoco yo, o mejor dicho no hasta que el otro día lo compré por error, confundiéndolo con el envase de yogur griego. Francesca, de hecho, me había pedido que le comprara algunos envases de yogur griego para un desayuno alternativo. Así que, por error, compré dos envases de skyr, dándome cuenta solo una vez que llegué a casa. ¿Qué haces, vuelves al supermercado a cambiarlo? ¡Pero claro que no! Lo usé para preparar esta deliciosa copa de crema de yogur, aunque es un poco diferente del yogur normal y del griego.

El skyr, de hecho, es siempre un lácteo, magro y suave, con un sabor y aspecto muy similar al yogur, pero más ácido y típico de la cocina islandesa. Mucho más rico en proteínas y bajo en grasas, este yogur es generalmente utilizado por quienes necesitan este tipo de alimentación: con más proteínas y menos grasas. Os confieso que incluso solo para mí es buenísimo, pero enriquecido con granola y uvas, como en mi receta, es aún mejor. Obviamente, podéis utilizar la fruta fresca que prefiráis, pero dado el periodo quise probarlo añadiendo algunas uvas. También añadí media cucharadita de miel, pero podéis omitirla si lo preferís. Y ahora, diría que ha llegado el momento de ir juntos a la cocina, porque la mousse de skyr con granola y uvas estará lista en un clic!

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