Con esta bonita calabaza compacta, madura pero no demasiado, y sin semillas, la idea que se me ocurrió es esta: calabaza a la parrilla con mozzarella fundente. Me gustó muchísimo, quizás porque las verduras a la parrilla son mi pasión. Los calabacines, las berenjenas, las patatas y ahora también la calabaza 🙂 cortadas en rodajas, asadas y aderezadas incluso solo con un chorrito de aceite las como sin embargo con mucho gusto. Para preparar la calabaza a la parrilla con mozzarella fundente no se tarda mucho tiempo. Un acompañamiento fácil que también es delicioso.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4 Personas
- Métodos de Cocción: Parrilla
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 500 g Calabaza (Cortada sin cáscara)
- 250 g Mozzarella
- c.s. Sal fina
- c.s. Jengibre en polvo
- c.s. Cebollino
- c.s. Jugo de limón
- c.s. Aceite de oliva extravirgen
Herramientas
- Plancha eléctrica
Preparación
Cortar la calabaza en trozos de medio centímetro de grosor después de haber eliminado. Cocinarla en una plancha (yo utilizo la eléctrica, pero también se puede hacer en sartén o de otra manera) durante unos cinco minutos.
Aromatizar luego las rodajas de calabaza con sal, jengibre, cebollino, jugo de limón directamente en la plancha. Colocar los trozos de mozzarella encima, esperar a que se derrita y colocar en los platos la «Calabaza a la parrilla con mozzarella fundente.»
Añadir aún un chorrito de aceite de oliva extravirgen sobre la calabaza a la parrilla y servir este acompañamiento caliente que sorprenderá por su sabor. Se puede usar este acompañamiento para acompañar segundos platos de carne o pescado.
Calabaza a la parrilla con mozzarella fundente
Consejos para la calabaza a la parrilla con mozzarella fundente: Una vez abierta, si la calabaza es demasiado grande y no se puede consumir, debe cortarse en trozos que se envuelvan en film transparente y se pueden conservar durante aproximadamente una semana. Cuando la calabaza no está abierta, dura mucho tiempo, y si fue recogida verde, puede durar hasta un mes. Además, la calabaza que sobra se puede congelar incluso cruda para luego usarla en sopas y consumirla durante todo el invierno.
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