Las rosas saladas de calabacín y albahaca, listas en pocos minutos con la masa de hojaldre, son un aperitivo vistoso pero muy sencillo de preparar, perfecto para impresionar con poco esfuerzo. Crujientes por fuera y tiernas por dentro, se preparan en pocos minutos y llevan a la mesa todo el aroma de la albahaca y la delicadeza del calabacín.

Una idea rápida pero impresionante, ideal para un aperitivo o como entrante en las próximas festividades.
Para prepararlas, solo necesitarás un rollo de masa de hojaldre, calabacines cortados en rodajas muy finas con la mandolina y escaldados un par de minutos, queso para untar, albahaca fresca, sal, pimienta y un chorrito de aceite. Se extiende la masa, se unta el queso, se añaden las hojas de albahaca y los calabacines, luego se enrolla y se hornea. Cada rollito se convierte en una pequeña rosa que se cuece en el horno dentro de moldes para muffins hasta que estén doradas.
Además de ser preciosas, las rosas saladas son comodísimas para preparar con antelación: se pueden montar unas horas antes y cocinar justo antes de servir, o regenerar en el horno por unos minutos. Perfectas también como finger food en los bufés de Navidad o como aperitivo elegante para la cena de Nochebuena.
Si quieres un sabor más intenso, puedes enriquecer las rosas saladas de calabacín y albahaca, listas en pocos minutos, con una crema de queso con hierbas, un poco de Parmigiano rallado o una pizca de ralladura de limón para un toque fresco y aromático.

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