Pasos

• Rompe los huevos medianos enteros en un bol y bátelos con un tenedor o batidor de mano. Vierte la leche y continúa batiendo para mezclar.

• Después de tamizar la harina, agrégala poco a poco a los huevos batidos.

• Puedes usar también la batidora eléctrica para mezclar bien la harina y evitar que se formen grumos. Deberás obtener una masa lisa y fluida.

• Cubre el bol con film transparente y deja reposar en el frigorífico durante 30 minutos. No es indispensable, pero ayuda a evitar la formación de grumos.

• Pasado el tiempo, toma una sartén antiadherente bastante grande. Úntala con una servilleta de papel ligeramente impregnada con aceite de oliva y caliéntala bien.

• Vierte un cucharón de masa en el centro y extiende la masa rápida inclinando y girando la sartén para crear una capa uniforme y delgada, pero no demasiado.

• Realiza esta operación rápidamente ya que la masa se cocina en muy pocos minutos. Si la crepe es más gruesa, se necesitarán algunos minutos más de cocción.

• Cocina un par de minutos de un lado, tan pronto como los bordes comiencen a colorearse y despegarse de la sartén, gira la crepe con una espátula y cocina del otro lado.

• Cuando esté lista, colócala sobre un paño para que se enfríe. Repite la operación hasta que se acabe la masa.

• N.B. Si la masa no se extiende bien sobre la sartén, significa que la mezcla no es lo suficientemente fluida. En este caso, agrega un poco de leche hasta llegar a la consistencia deseada.

• Toma una cazuela grande y coloca dentro la mantequilla. Quien quiera puede sustituirla con aceite de oliva que se vierte en la cazuela.

• Derrite la mantequilla (o calienta el aceite) a fuego mínimo sin quemarla. Luego aparta la sartén del fuego y añade la harina poco a poco.

• Con un batidor de mano mezcla enérgicamente para evitar la formación de grumos. Obtendrás una especie de crema de color marrón que se llama roux blanco.

• Vierte unas cucharadas de leche entera FRÍA dentro y mezcla rápidamente.

• Añade el resto de la leche fría y coloca la cazuela en el fuego medio. Ajusta de sal y pimienta y, si gusta, una ralladura de nuez moscada.

• Cocina la bechamel durante unos 10 minutos removiendo continuamente con un batidor de mano, como cuando se prepara la crema.

• Cuando la salsa alcance la consistencia deseada, apaga el fuego y reserva.

• Ralla un calabacín y una zanahoria de tamaño mediano. Toma una cazuela antiadherente, vierte un chorrito de aceite y añade las verduras.

• Cocina a fuego bajo hasta que se ablanden, ayudándote con una tapa. Aproximadamente 7-8 minutos.

• Una vez listas, vierte todo dentro de la bechamel, mezcla con una espátula, ¡y la bechamel con verduras está lista!

• Si prefieres una bechamel clásica, basta con no usar las verduras.

• Limpia los champiñones y córtalos en láminas finas. Puedes utilizar Champiñón de París o champiñones mixtos, frescos o congelados.

• En una sartén, calienta un chorrito de aceite de oliva virgen extra con el diente de ajo (si no te gusta puedes no usarlo).

• Añade los champiñones y saltéalos a fuego medio-alto hasta que estén dorados y hayan soltado su agua.

• Solo al final ajusta de sal, un toque de pimienta si te gusta y un generoso puñado de perejil fresco picado. Mezcla y reserva.

• ¡Estamos listos para rellenar nuestras bellas crepes!

  

• Toma el queso que más te guste y córtalo en rodajas finas o en pequeños dados.

• Yo he utilizado Galbanino pero también va bien la mozzarella, mejor si es para pizza así no suelta líquidos en la cocción.

• Extiende las crepes sobre una superficie de trabajo y unta en cada una un velo de bechamel con verduras.

• Coloca una loncha de jamón cocido asado (si las lonchas son demasiado grandes, también puedes cortarlas por la mitad).

• Encima coloca un poco de champiñones, luego algunas rodajas de tu queso preferido, una cucharada de bechamel con verduras y una lluvia de queso parmesano rallado.

• Enrolla las crepes sobre sí mismas o dóblalas por la mitad o en cuatro, según tu preferencia.
  Coloca las crepes rellenas en una fuente para horno con un buen cucharón de bechamel en el fondo.

• Cubre las crepes con la bechamel de manera uniforme y espolvorea la superficie con más queso parmesano rallado.

• Pon en el horno precalentado a 180°C (ventilado) o 200°C (estático) durante unos 15-20 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y la bechamel haya formado una crujiente y deliciosa costra.

• Está bien también en freidora de aire pero baja a 160° para no secarlas demasiado.

  ¡Y finalmente las crepes de champiñones, jamón cocido y queso están listas para impresionar a todos!

• Una receta de gran efecto, facilísima de preparar, adecuada para cualquier festividad, ocasión o día cualquiera.

• Espero haberte hecho la boca agua y que quieras intentar hacer estas crepes de champiñones y jamón cocido.

  

• ¡Déjame saber en los comentarios si las probarás y sobre todo vuelve pronto a visitarme para estar siempre actualizado!

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