La crema diplomática al zabaglione es una preparación deliciosa y refinada, ideal para rellenar pasteles, tartas, profiteroles y postres de cuchara. Su sabor envolvente nace de la unión entre la suavidad de la crema pastelera y el aroma cálido del Marsala, que evoca los sabores auténticos de la tradición italiana.
Gracias a su consistencia suave y aterciopelada, esta crema es perfecta para quien busca un relleno estable pero ligero, capaz de realzar cualquier dulce con un toque elegante y perfumado. Una receta versátil y siempre apreciada, ideal para hacer especiales tanto las ocasiones importantes como los postres de cada día.
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DULCES CON LOS QUE PROBAR LA CREMA DIPLOMÁTICA AL ZABAGLIONE.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 12 Horas
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la preparación de la crema diplomática al zabaglione
- 5 yemas
- 50 g almidón de maíz
- 120 g azúcar
- 100 ml marsala
- 400 ml leche
- 200 ml nata fresca para montar
Herramientas
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Pasos para la preparación de la crema diplomática al zabaglione
Para obtener una crema diplomática al zabaglione con un sabor completo y aromático, comienza preparando tu crema pastelera. En una cazuela, trabaja las yemas con el azúcar y el almidón hasta obtener una mezcla clara y lisa: esta fase es fundamental para darle a la crema la cremosidad adecuada. Vierte el Marsala en hilo sobre la mezcla de yemas, mezclando continuamente para evitar grumos y obtener una base homogénea. Termina añadiendo también la leche.
En este punto, cocina la crema a fuego lento, mezclando sin parar hasta que espese. Aquí, la paciencia marca la diferencia: una cocción lenta y constante te permite obtener una crema lisa, aterciopelada y con un perfume de zabaglione bien equilibrado. Cuando alcance la consistencia adecuada, retírala del fuego y déjala enfriar completamente en un bol cubierto con film en contacto. Una vez fría, ponla en la nevera, yo la dejé reposar 12 horas.
Cuando la crema pastelera al zabaglione esté bien fría, puedes pasar al último paso: incorporar la nata después de haberla montado sin azúcar. Añádela con movimientos delicados de abajo hacia arriba, para mantener toda su ligereza. Verás que la consistencia cambiará de inmediato, volviéndose suave, aireada y perfecta para rellenar pasteles, tartas, profiteroles o postres de cuchara. Tu crema diplomática al zabaglione está lista: perfumada, equilibrada e irresistible.
Conservación
Puedes conservar la crema en la nevera durante un par de días

