¿Qué hay mejor que una buena sopa caliente (es más, ¡humeante como me gusta a mí!), envolvente, sana y genuina? Mejor aún si además es económica, cremosísima y de un sabor exageradamente bueno, justo como esta Sopa de judías con brócoli y zanahorias.
Confieso que soy una apasionada de sopas, menestras, cremas y menestras y en otoño-invierno preparo tantas que pierdo la cuenta. Como por ejemplo esta Sopa de garbanzos y mejillones, perfecta para sorprender a alguien en la mesa con sencillez.
Considero estos platos como auténticos comfort food capaces de dar bienestar a todo nuestro cuerpo.
Cada vez trato de prepararlas usando principalmente los ingredientes que tengo a disposición, ¡para la serie «no se tira nada»!
La versión de hoy es realmente deliciosa, con judías cannellini, brócoli y zanahorias. Podemos personalizar esta sopa de mil maneras y al final del artículo encontrarás también algunas variantes igualmente deliciosas.
Si quieres hacer esta sopa aún más rica y completa, incluso puedes añadir la pasta que prefieras, así llevarás a la mesa un plato que tus comensales difícilmente olvidarán.
Este tipo de menestra se puede, además, preparar de dos maneras diferentes y la elección la dejo completamente a ti porque depende de cuánto tiempo tengas para estar en la cocina.
Si siempre vas con prisa y prefieres recetas rápidas que te simplifiquen la vida, mi consejo es usar legumbres precocinadas. Si en cambio eres una organizadora atenta y logras gestionar bien tu tiempo, podrás usar legumbres secas que deberán ponerse en remojo durante unas 12 horas y luego cocinarlas durante aproximadamente una hora.
Pero ahora basta de charla, preparemos juntos la sopa rápida con judías precocinadas, brócoli y zanahorias.
¿También eres un amante de platos como este? Entonces no te pierdas las recetas más apreciadas por mis lectores fieles:
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Porciones: 2 personas
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 2 tarros judías cannellini enlatadas (Si prefieres no usar las precocinadas, recuerda esto para calcular las dosis: 100 g de judías secas = 200 g de judías cocidas (o enlatadas escurridas)
- 300 g brócoli (frescos o congelados)
- 2 zanahorias
- 1 cebolla (roja, blanca o dorada si prefieres)
- 2 cucharadas aceite de oliva (unos 25 gramos)
- sal
- Media cucharadita guindilla en polvo (si te gusta)
Utensilios
- Cacerola
- Tabla de cortar
- Mandolina
- Cucharón
Pasos
Empezamos pelando las zanahorias, lavándolas bien bajo el agua y cortándolas finamente con una mandolina.
¡Si no tienes una cortadora de verduras no te preocupes! Puedes cortar las zanahorias como prefieras usando un simple cuchillo o incluso rallarlas 😉
Corta finamente también una cebolla roja o si prefieres media. Si no te gusta la cebolla puedes no usarla o sustituirla con puerro o cebolleta.
En una cacerola vierte un par de cucharadas de aceite de oliva, media cucharadita de guindilla seca (solo si te gusta) y añade las zanahorias y la cebolla.
Déjalas a fuego muy bajo para que se ablanden y después añade las judías escurridas.
Añade también el brócoli (yo usé los congelados y los añadí aún congelados).
Si prefieres puedes comprar brócoli fresco, si es de temporada, y claramente deberás primero quitar las hojas, dividirlo en floretes, cortar las partes más duras y lavar bajo el agua.
Vierte dentro unos 600 gramos de agua o caldo vegetal (puedes también prepararlo la noche anterior para avanzar con la preparación).
Durante la cocción presta atención si los líquidos se evaporan demasiado y en ese caso añade poco a poco agua o caldo vegetal (siempre caliente o mejor aún hirviendo).
Ajusta de sal y prueba para verificar si está a tu gusto o si es necesario añadir un poco más.
Baja el fuego y cocina durante unos 20-25 minutos. Cuando los líquidos se hayan reducido al punto justo y la sopa esté bien cremosa podrás emplatar.
Si te gustan las sopas aún más densas puedes machacar una parte de las judías (con el dorso de una cuchara o con la batidora de mano).
En cada plato un chorrito de aceite en crudo, una pizca de pimienta si te gusta y, por qué no, una pizca de parmesano rallado.
Como te decía arriba, si quieres puedes añadir pasta para hacer aún más rica esta sopa, o servirla con picatostes, fritos o tostados en la sartén.
¡Y tu cremosísima y tan sabrosa sopa de judías y brócoli está lista! ¡Buen provecho!
Artículo protegido por derechos de autor © – Gabriella Geroni © Reproducción Reservada
FAQ (Preguntas y Respuestas)
¿En lugar del brócoli qué puedo usar?
A esta pregunta respondo con «todo lo que más te guste» justamente porque esta sopa se puede realmente realizar de mil maneras.
Verduras de temporada, o congeladas, como calabacines, col negra, col morada, setas, guisantes, calabaza, hinojo, brócoli, patatas, tomates, espinacas, nabos, col rizada, habas, coliflor, etc.
Tienes un sinfín de opciones para los ingredientes a usar, basta elegir lo que más te guste o combinar dos o más para hacer tu plato aún más interesante.
Menestra cremosa con patatas y setas
Sopa de judías y calabaza
Menestra de nabos y judíasNo me gustan las judías, ¿puedo sustituirlas por otras legumbres?
¡Por supuesto! Lo maravilloso de estas preparaciones es que se pueden usar no solo aprovechando varios tipos de verduras sino también con las legumbres que más nos gusten como garbanzos, lentejas, cicerchia que he usado para realizar esta sopa estupenda!
Si quiero añadir pasta, ¿cambian las dosis indicadas?
Entonces, las dosis descritas son las de una persona a dieta, que sigue una alimentación precisa con gramajes indicados por su plan alimentario.
Si debieras añadir pasta a esta preparación, deberías disminuir la cantidad de legumbres, de 200 a 150 y añadir 50 gramos de pasta por persona.
Cada uno come como está acostumbrado, así que si no estás a dieta por motivos particulares puedes dejar intactas las dosis de legumbres y añadir 50 gramos de pasta por persona o incluso más si prefieres 😉¿Cómo se conserva esta sopa de judías?
La menestra de judías puede conservarse en la nevera durante un par de días como máximo, siempre que se coloque dentro de un contenedor hermético. Si has añadido pasta a tu preparación, es preferible dejarla en la nevera por un día.
Suele ocurrirme que, cuando preparo sopas y menestras, hago en abundancia para poder consumirlas también al día siguiente. O, las pongo en tarros de vidrio previamente esterilizados y con tapa hermética y las guardo en el congelador donde las mantengo como máximo por un par de meses.
Nunca congelo sopas y menestras con pasta añadida porque tiende a pasarse de cocción una vez recalentada y personalmente no me gusta. Prefiero añadir la pasta en el momento para que quede al dente como me gusta a mí.
