¿También te encantan los Pastelitos de almendra? ¡Entonces somos dos! ¡Son mis galletas favoritas de todos los tiempos! Deliciosos pastelitos de pasta de almendra sin harina, sin mantequilla y sin leche. Se preparan en 10 minutos con tres ingredientes imprescindibles: harina de almendra, azúcar y claras de huevo. Los pasteles de almendra se pueden aromatizar o no. Algunos usan aroma de almendra, otros con ron o simplemente canela en polvo. También son excelentes sin nada más.
Estas deliciosas galletitas de almendra son perfectas para quienes tienen intolerancia al gluten o a la lactosa. Tienen una textura especial. Por fuera son crujientes y por dentro tan suaves que se deshacen en la boca. Se mantienen suaves durante días. Lo importante es conservarlos bajo una campana para dulces o en una galletitera.
Las pasta de almendra, también conocidas así, son las galletas perfectas para cualquier ocasión. Podemos disfrutarlas después del almuerzo acompañadas de una taza de café o para un desayuno/merienda acogedor. Si necesitas hacer un regalo a una persona especial, una bonita bandeja de pasteles de almendra será la elección correcta.
Con la pasta de almendra puedes hacer muchas deliciosas variantes. Por ejemplo, los pizzicotti, hermosos de ver, perfectos para regalar en Navidad. Los amantes del chocolate podrán probar la versión con cacao.
¡Pero ahora veamos juntos cómo se preparan los pasteles de almendra!
¡Otras recetas deliciosas con almendras que te recomiendo probar!
- Costo: Medio
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: aproximadamente 25 galletitas
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 200 g harina de almendra
- 150 g azúcar glas
- 60 g claras de huevo
- 1 frasco aroma de almendra (o canela o aroma de ron)
Herramientas
- Cuenco
- Picadora
- Espátula
- Bandeja de horno
- Papel de horno
Pasos
Podemos preparar estas deliciosas galletitas de almendra de dos maneras, una más rápida y la otra menos.
Si siempre vas con prisa, la solución es usar la harina de almendra ya lista que encuentras en el supermercado.
De esta manera, obtendrás una masa bien firme que no necesitará reposar en el refrigerador.
Simplemente reúne en un cuenco la harina de almendra, el azúcar glas, medio frasco de aroma de almendra y las claras de huevo a temperatura ambiente.
Mezcla en el cuenco primero con una espátula y luego con las manos hasta obtener una masa pegajosa pero firme.
En este punto, simplemente toma pequeñas porciones de masa y forma bolas.
Cuanto más grandes sean, menor será el número de galletas que obtendrás (¡escoge según tus preferencias!).
Puedes colocar las bolas en una bandeja forrada con papel de horno o, como hice yo, en pequeños moldes de papel.
Ahora debes elegir si decorarlos en la superficie o dejarlos tal cual.
Si prefieres, puedes hacer como yo, decorando la mitad con una almendra o cereza confitada y la otra mitad no.
Con una cucharita, haz una ligera presión en la superficie para hacer un hueco donde colocarás la almendra/cereza.
Solo te queda hornear tus pasteles de almendra. Horno estático precalentado a 165 grados durante APROXIMADAMENTE 15 minutos.
Por favor, NO los dejes dorar demasiado, de lo contrario se secan y pierden su suavidad.
Una vez listos, saca las galletas del horno y déjalas completamente enfriar SIN TOCARLAS.
En esta etapa son realmente delicados y podrían romperse. A medida que se enfrían, se estabilizan.
Puedes optar por decorarlos con azúcar glas o disfrutarlos tal cual 😉
Este método es ideal para quienes no tienen prisa y tienen ganas de preparar la harina de almendra en casa.
Será una receta por pasos que se realizará en momentos diferentes.
Primero, pon agua en una cacerola y caliéntala, casi hasta el punto de ebullición.
Vierte dentro las almendras con piel, apaga el fuego y deja reposar durante unos 5 minutos.
Pasado el tiempo, tira el agua y, una a una, quita la piel de las almendras (sé que es tedioso, ¡pero no hay otra manera!).Una vez peladas las almendras, es necesario que se sequen de la humedad retenida antes de triturarlas.
Colócalas en una bandeja forrada con papel de horno y déjalas en un lugar seco durante un día.
Después podrás ponerlas en un mixer picador y convertirlas en harina finísima.
Añade también el azúcar glas en las cantidades indicadas y tritura en varias veces.
El azúcar ayuda a absorber los aceites que libera el fruto seco y evita obtener una mezcla granulosa.
Te recomiendo usar un mixer/robot de cocina potente y espacioso para que la operación sea muy rápida.
Por supuesto, puedes evitar todo este paso comprando al menos las almendras ya peladas!
Una vez que hayas obtenido la harina de almendra, podrás preparar la masa como se ha descrito anteriormente.
Después de formar las galletas, déjalas en el refrigerador durante al menos 4 horas.
Este paso permitirá que las galletas mantengan su forma durante la cocción.
Después del reposo en el refrigerador, cocina en el horno como se indicó anteriormente.
¡Aquí están finalmente listos los pasteles de almendra!
¡Espero que te haya gustado esta receta! ¡Vuelve pronto a visitarme!
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FAQ (Preguntas y Respuestas)
¿Puedo usar azúcar normal en lugar de azúcar glas?
Si no tienes, sí, pero sería mejor usar azúcar glas porque hace que la mezcla sea más compacta y fácil de trabajar.
¿Puedo sustituir las almendras por otros frutos secos?
¡Claro! Puedes usar avellanas, pistachos o nueces que deberás triturar en el mixer para convertirlas en harina.
¿Cuánto tiempo se conservan los pasteles de almendra?
Se mantienen hasta 10 días, lo importante es colocarlos en un recipiente hermético. Sin embargo, te aseguro que difícilmente duran tanto porque son realmente deliciosos. De hecho, para tener una buena reserva te recomiendo DUPLICAR TODAS las cantidades descritas anteriormente.
¿Puedo congelar las galletas una vez cocidas?
¡Sí! Debes colocarlas en un recipiente hermético y conservarlas en el congelador. Cuando quieras consumirlas, simplemente déjalas a temperatura ambiente y espera a que se descongelen.

