La lasaña de calabacín y salmón blanco es un primer plato deliciosamente cremoso y sabroso, perfecto para cualquier ocasión. ¡Una receta sencilla y rápida de hacer que te dará mucha satisfacción!
La particularidad de esta lasaña es que los ingredientes se utilizan crudos, sin tener que cocer nada previamente. Solo tendrás que preparar la bechamel y luego ensamblar la lasaña. ¡Nada de sartenes que ensuciar y lavar!
El sabor de esta lasaña es realmente increíble. El salmón ahumado junto con los calabacines y el queso scamorza ahumado le dan al plato un gusto envolvente y único.
En mi casa, la lasaña es el plato del domingo y pone a todos de acuerdo alrededor de la mesa. ¡Será el plato perfecto para tus comidas familiares!
Y obviamente agradezco a mi querida colega Leyla del blog Dulcisss in forno que me inspiró con su receta. Por eso decidí preparar estas rápidas y deliciosas lasañas blancas con calabacín y salmón ahumado.
¡¿Te he convencido?! Entonces prepara los ingredientes que en un abrir y cerrar de ojos tendrás una lasaña de calabacín y salmón para chuparse los dedos.
Olvidaba, si te gusta la lasaña encontrarás esta y muchas otras en el Especial lasañas para festividades y ocasiones. ¡Ve a curiosear!
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 20 Minutos
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: para 4 personas
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico, Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 600 g leche entera
- 60 g harina 0
- 60 g mantequilla
- al gusto nuez moscada
- al gusto sal
- lasaña delgada de huevo (aproximadamente 170 gramos)
- 550 g calabacín
- 100 g salmón ahumado
- 150 g mozzarella
- 150 g queso scamorza ahumado
- al gusto sal
- al gusto albahaca
Herramientas
- Cacerola
- Fuente para horno
- Mandolina
- Colador
- Cucharón
- Rallador
¿Has probado esta receta? 🥣👩🍳🌿
Cuéntame en los comentarios si usaste salmón fresco o ahumado, si hiciste alguna variante y cómo lo serviste 🥰
Para preparar vuestras deliciosas lasañas de calabacín y salmón, comenzad limpiando bien los calabacines. Lavarlos bajo agua corriente y secarlos con papel de cocina.
Ahora tomad un pelador (si tenéis una mandolina mejor, yo usé un rallador con una cuchilla grande) y cortad finamente los calabacines en sentido vertical o en rodajas como hice yo, sin quitar la piel.
Las rodajas de calabacín deben ser finísimas. Una vez cortadas todas, colocadlas en un colador grande, sobre un recipiente. Dejadlas escurrir durante unos 20 minutos.
Esta operación permitirá que los calabacines liberen el líquido de vegetación y se vuelvan más secos.
He preparado esta lasaña en dos ocasiones diferentes; en una, usé los calabacines crudos sin dejarlos escurrir previamente y soltaron un poco de líquidos durante la cocción.
En este caso, después de sacar las lasañas del horno, dejadlas reposar 5 minutos para que el agua liberada se absorba un poco.
Mientras los calabacines reposan, preparad la bechamel.
Derretid la mantequilla al baño maría. Una vez derretida, apagad el fuego y agregad la harina poco a poco (previamente tamizada) mientras removéis continuamente con un batidor de cocina para evitar grumos.
Una vez que la harina haya adquirido un color dorado, volved a poner el cazo en el fuego y verted, poco a poco, la leche fría mientras removéis con un cucharón o batidor de cocina.
Coced todo a fuego lento hasta obtener una crema suave. En cuanto empiece a hervir, apagad el fuego inmediatamente. Ajustad de sal y pimienta o nuez moscada.
La consistencia de la bechamel cambia según la cantidad de harina y mantequilla. Esta dosis es la que siempre ha usado mi madre, que prefiere una bechamel más fluida y no «pesada». Si prefieres una consistencia más espesa, debes aumentar la cantidad de mantequilla y harina.
Recoged los calabacines, retíralos del colador y escúrrelos con las manos para que pierdan más agua de vegetación. Introdúcelos todos en la cacerola con la bechamel.
Tomad el salmón ahumado y cortadlo directamente en la cacerola con la bechamel. Mezclad todo con una espátula para obtener el relleno de vuestra lasaña.
Ajustad de sal sin exagerar. Tomad una fuente para horno, forradla con papel de horno. En el fondo, colocad un poco del relleno de bechamel, calabacines y salmón. Encima, colocad dos láminas de lasaña. Sazonad con un poco de salsa (bechamel, calabacines y salmón).
Añadid un puñado de mozzarella previamente desmenuzada con las manos y un puñado de queso scamorza ahumado cortado en dados. Espolvoread generosamente con queso parmesano rallado y agregad algunas hojas de albahaca fresca.
Continuad con la segunda capa de láminas de lasaña. Cubrid con el relleno, luego mozzarella, queso scamorza ahumado, un poco de parmesano y algunas hierbas aromáticas. Continuad así hasta terminar con todos los ingredientes.
Coced en horno precalentado a 170°C hasta que las lasañas en la superficie estén bien crujientes y doradas. Los últimos 5 minutos, podéis poner la modalidad ventilada para secarla un poco y hacerla más crujiente.
Y voilà, ¡vuestras sabrosas y deliciosas lasañas de calabacín y salmón blanco están listas! ¡Buen provecho a todos, hasta la próxima!
¿Se pueden preparar las lasañas con antelación?
Sí, se pueden ensamblar con antelación, guardar en la nevera o congelar y luego cocinar en el momento adecuado.
En la nevera: cubre la bandeja con film transparente y conserva durante 1-2 días. En el momento oportuno, cocínalas en el horno a 160-170°C durante 20-30 minutos, cubriendo con papel de aluminio para que no se sequen demasiado.
En el congelador: puedes congelar tanto la bandeja entera (aún cruda, para cocinar después) como las porciones ya cocidas. En ambos casos, envuélvelas bien con film transparente y papel de aluminio. Se conservan hasta 2 meses.
Si decides congelarlas aún crudas, cocínalas directamente sin descongelar, aumentando los tiempos de cocción de unos 15-20 minutos.
Si congelas las lasañas después de cocinarlas, es preferible dejarlas descongelar en la nevera durante una noche y luego calentarlas en el horno. Para porciones pequeñas, también puedes usar una sartén antiadherente con tapa a fuego bajo, para que se mantenga la cremosidad sin que se sequen demasiado.¿Cómo puedo conservar o recalentar las lasañas de calabacín y salmón?
Conserva en la nevera hasta 1-2 días o congela; recalienta en el horno o en una sartén para mantener la consistencia cremosa.
¿Qué vino puedo combinar con este plato?
Un vino blanco seco y aromático, como Sauvignon o Pinot Grigio, es ideal para equilibrar la cremosidad del plato. Si quieres impresionar, prueba un Franciacorta Brut, ¡las burbujas harán que la receta sea aún más refinada!
¿Es mejor usar salmón ahumado o fresco? ¿Y qué diferencia hay entre los dos?
El salmón ahumado aporta aroma y sabor pronunciado, pero también se pueden usar filetes de salmón fresco cortados en cubos, según el resultado deseado.
Si uso salmón fresco, ¿tengo que cocinarlo antes?
No, si lo cortas en trozos pequeños o finos, se cocinará directamente en el horno junto con los otros ingredientes. Si prefieres usar trozos más grandes, puedes dorar rápidamente (dos o tres minutos como máximo) en una sartén para sellar la carne y evitar que liberen demasiada agua.

