Creo que ninguno de nosotros olvidará jamás el periodo que estamos viviendo. Y cuando todo esto sea solo un recuerdo, y espero que sea pronto, nos encontraremos más unidos que antes, abrazados sin tiempo.
Estar encerrados en casa es un sacrificio, pero necesario… para hacer todo más ligero, podemos redescubrir pasiones dejadas en un rincón por falta de tiempo o descubrir otras nuevas.
La cocina es una de mis más grandes pasiones. Me permite liberar mi fantasía, no pensar en nada y distraerme mientras preparo algún manjar.
Esta tarta de queso es uno de esos dulces perfectos para preparar en un momento como este, o cuando se tiene ganas de un dulce fácil pero único para mimar a una persona especial.
Es el postre del domingo para disfrutar en familia, para celebrar un cumpleaños o simplemente para darse un momento especial.
La versión de hoy es súper personal, simplemente abrí el refrigerador y usé lo que tenía disponible, con una sorpresa en el relleno.
Gotitas de mermelada de arándanos que se revelan una vez que la tarta de queso está cortada en rebanadas. Cubierta con mermelada de arándanos y decorada con una rosa de cáscara de limón.
¿Qué decir? En casa conquisté a todos y desapareció en un instante!
Si estás buscando un postre fácil pero impresionante, estás en el lugar correcto: aquí tienes todos los pasos, los consejos para el éxito perfecto y alguna variante para personalizar como quieras.
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 1 Hora
- Porciones: aproximadamente 10 personas
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 200 g Galletas Digestive (o galletas al gusto)
- 100 g Mantequilla
- 200 g Ricotta de vaca (bien escurrida)
- 200 g Nata fresca líquida (o nata vegetal de larga duración ya azucarada)
- 250 g Mascarpone
- 1 Limones
- 2 Huevos (medianos enteros)
- 2 cucharadas Almidón de maíz (maicena) (o harina de trigo, unos 40 g)
- 60 g Azúcar
- Mermelada de arándanos (unas cucharaditas)
- Mermelada de arándanos (1 tarro de 320 gramos)
- 1 Limones (cáscara para decorar)
Herramientas
- Cuencos
- Batidora
- Espátula
- Batidor de mano
- Tamiz
- Molde
Preparación
Derrite la mantequilla al baño María a fuego mínimo (o en el microondas). Mientras tanto, coloca las galletas en la batidora y tritúralas hasta convertirlas en harina.
Vierte la harina de galletas en un cuenco, añade la mantequilla derretida y mezcla con una cuchara para amalgamar todos los ingredientes.
Vierte la mezcla en el fondo de tu molde desmontable, revestido con papel de horno, y con la ayuda de una cuchara extiende bien por toda la base. Deja reposar en la nevera unos 20 minutos (NO EN EL CONGELADOR).
Ahora prepara la crema. En un cuenco coloca el mascarpone, la ricotta bien escurrida (déjala al menos 1 hora antes en un tamiz para que pierda el suero), el azúcar y la nata líquida para postres (ya sea fresca o de larga duración no importa).
Mezcla con las varillas eléctricas durante unos minutos. Incorpora luego los huevos enteros, uno a uno, y amalgama con las varillas. Finalmente, incorpora la harina (o almidón de maíz) tamizada y mezcla bien con las varillas hasta obtener una crema suave y homogénea.
Cáscara de limón o naranja para perfumar tu tarta de queso.
Retoma la base del frigorífico, vierte por encima la mitad de la crema, y con la ayuda de una cucharadita realiza pequeños huecos aquí y allá. Dentro de cada hueco coloca una cucharadita de mermelada de arándanos.
Cubre todo con la crema restante y cocina en el horno precalentado a 180° en modo estático durante unos 40-50 minutos o a 170° durante aproximadamente una hora (el tiempo de cocción varía según el horno, después de una hora haz la prueba del palillo, si está seco, está cocida, de lo contrario, puede ser necesario dejarla 10-15 minutos más).
Yo usé un molde de 22 cm para obtener una tarta de queso más alta. Si usas moldes más grandes, obtendrás una tarta de queso más baja que obviamente tendrá una cocción más rápida, que siempre debe verificarse con un palillo.
Además, durante los primeros 30 minutos, cubre la superficie con una hoja de papel de aluminio para evitar que se oscurezca, luego elimínala rápidamente sin dejar que baje la temperatura del horno y continúa la cocción.
Una vez lista, saca tu tarta de queso del horno y deja que se enfríe completamente antes de quitarla del molde. Guarda en el frigorífico hasta el momento de servir.
Poco antes de servir, decora. Toma el tarro de mermelada de arándanos (si no te gusta, puedes obviamente elegir el sabor que prefieras), coloca la mermelada en un cazo y a fuego mínimo déjala ablandar durante unos 3 minutos, removiendo con una cucharadita.
Luego, con la ayuda de una espátula, espárcela por toda la superficie. Decora con la cáscara de un limón (previamente lavado). Intenta cortar la cáscara sin que se rompa y colócala en el centro de la tarta de queso dándole la forma de una rosa.
Et voilà, tu hermosa y deliciosa Tarta de queso con mermelada de arándanos con relleno sorpresa está lista para sorprender y dejar a todos boquiabiertos… ¡Buen provecho a todos y hasta pronto!
Receta y Foto Gabry © – todos los derechos reservados
P.d.
He realizado esta tarta de queso usando los ingredientes que tenía en el frigorífico. Si no te gusta el mascarpone, puedes sustituirlo por la ricotta además de los gramos ya escritos arriba o queso crema. Lo mismo, si no te gusta la nata y prefieres el mascarpone, puedes usar solo este último junto con la ricotta.
🍷 El vino perfecto para la Tarta de queso con arándanos
La tarta de queso con mermelada de arándanos tiene una dulzura cremosa y una nota frutal ligeramente ácida. Por eso se combina magníficamente con vinos dulces y aromáticos con buena frescura, capaces de realzar el sabor de los arándanos sin eclipsarlo.
Vinos recomendados:
🥂 Moscato d’Asti DOCG – Fresco, aromático y ligeramente espumoso. Su aroma de melocotón y flores blancas resalta la delicadeza de la crema y el contraste con la mermelada.
🍷 Brachetto d’Acqui DOCG – Rojo espumoso dulce, con notas de frutos rojos y rosa. Perfecto con dulces de arándanos, ofrece una combinación refinada y armoniosa.
🍇 Passito di Pantelleria DOC – Para un gusto más decidido: su carácter meloso y envolvente se casa bien con la cremosidad del queso y la dulzura de la base de galletas.
Sirve el vino bien frío (6–8 °C) si es espumante o a 10–12 °C si es pasito.
¿Qué diferencia hay entre nata fresca y nata vegetal?
La nata fresca tiene un sabor más delicado y natural, pero no está azucarada.
La nata vegetal ya está azucarada, es más estable y a menudo más fácil de montar.
Si la utilizas, puedes reducir el azúcar en 20 gramos.¿Cómo conservar la tarta de queso y cuánto tiempo es buena?
Después de la cocción y enfriamiento, conserva la tarta de queso en el frigorífico (cubierta) durante un máximo de 2-3 días. Para una consistencia óptima, sácala del frigorífico unos 10-15 minutos antes de servir.
¿Se puede usar fruta fresca en lugar de mermelada?
Ciertamente: puedes omitir completamente la mermelada en la superficie y repartir arándanos frescos sobre la tarta de queso ya fría. Eventualmente, reduce el azúcar del relleno si usas fruta muy dulce.

