Hoy preparamos juntos un segundo plato fácil y muy delicioso, las albóndigas de calabacín y patata, perfectas también para aperitivos, buffets y entrantes.
Estas Albóndigas vegetarianas de calabacín y patata con provola ahumada son crujientes por fuera y tiernas por dentro. ¡Tan sabrosas que me costó no comerlas todas mientras hacía las fotos!
Las albóndigas vegetarianas son perfectas para todos, incluso para los niños que no aman las verduras. Ese corazón fundido de provola ahumada las hace realmente irresistibles.
Si no te gusta la provola, puedes usar el queso que prefieras o no usarlo si lo prefieres. Además, estas albóndigas de calabacín son excelentes tanto calientes como frías y puedes disfrutarlas también al día siguiente.
Se pueden cocinar en sartén, al horno o en freidora de aire y ¡es realmente sencillo prepararlas! Además, utilizando un pan rallado sin gluten se vuelven perfectas para quienes tienen intolerancias, lo mismo eligiendo un queso sin lactosa.
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: para 4 personas
- Métodos de Cocción: Cocina, Horno eléctrico, Freidora de aire
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 500 g Calabacines
- 180 g Patatas (peso de 1 patata con piel)
- 70 g Provola ahumada (o queso a elección, también sin lactosa para intolerantes)
- 80 g Pan rallado (aproximadamente, sin gluten para intolerantes)
- 4 cucharadas Parmigiano Reggiano DOP
- 2 cucharadas aceite de oliva (para cocinar en sartén/horno/freidora de aire o aceite vegetal para freír c.s.)
- c.s. Sal
- 1 huevo (mediano entero)
- Medio cucharadita Orégano (solo si te gusta)
- 1 limón (ralladura)
- 1 diente ajo (solo si te gusta)
- 2 cucharadas semillas de sésamo (no es indispensable usarlas)
- 1 pizca pimienta
Herramientas
- Cuenco
- Rallador
- Pelador
- Cazuela
- Sartén
- Espátula
- Papel absorbente
Preparación
Para preparar tus albóndigas vegetarianas, primero debes hervir las patatas. Yo usé una que pesaba, con toda la piel, 180 gramos.
Elimina la piel, lávala, córtala en trozos grandes y hiérvela en agua ligeramente salada. Una vez cocida, aplástala con un tenedor dentro de un cuenco.
Luego toma los calabacines, rállalos finamente con toda la piel después de haberlos lavado bien. Ponlos en un colador a escurrir. Deben perder todo su líquido de conservación.
Puedes hacer esta operación la noche anterior y dejar los calabacines en el frigorífico purgando. O, en caso de falta de tiempo, exprímelos bien con las manos, mejor aún en un paño de cocina limpio.
Una vez escurridos, añade los calabacines al cuenco con la patata aplastada. Agrega la provola ahumada cortada en cubitos (o el queso que prefieras).
Añade la ralladura de medio limón (biológico y previamente lavado), 4-5 cucharadas de parmesano rallado y un poco de orégano si te gusta.
Ajusta de sal y pimienta. Añade un huevo mediano entero, algunas cucharadas de pan rallado (yo usé aproximadamente 60 gramos, pero la cantidad puede variar según cuánto líquido hayan retenido los calabacines. Ajusta entonces a ojo).
Mezcla bien todo con una espátula o con las manos. Si la mezcla está aún demasiado blanda y difícil de trabajar, añade un poco más de pan rallado y mezcla.
Forma tus albóndigas. Toma un poco de la mezcla y forma muchas bolitas hasta terminar los ingredientes. Pasa las albóndigas por pan rallado (aproximadamente 20 gramos) al que habrás añadido un par de cucharadas de semillas de sésamo.
En este punto solo debes elegir cómo cocinar tus albóndigas vegetarianas. Puedes freírlas en abundante aceite vegetal. Cocinarlas en sartén con poco aceite de oliva dorándolas a fuego muy bajo. O cocinarlas en horno/freidora de aire.
En el caso de freírlas en abundante aceite, antes de proceder haz reposar las albóndigas en el frigorífico durante aproximadamente una hora para hacerlas más compactas y evitar que se abran durante la cocción.
Para la cocción en sartén, elige una suficientemente grande que contenga todas las albóndigas o cocínalas en varios tiempos.
Con estas cantidades he obtenido 18 albóndigas de pequeño tamaño y deberás tener espacio suficiente para poder girarlas sin romperlas, de lo contrario, cocínalas poco a poco.
Calienta solo un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén antiadherente, dora un diente de ajo y luego coloca las albóndigas dentro. Dóralas por todos lados a fuego muy bajo. Gíralas de vez en cuando con delicadeza.
Una vez doradas, apaga el fuego, seca con papel absorbente y sirve.
Si prefieres, puedes cocinar tus albóndigas vegetarianas en horno estático a 180° durante unos 15 minutos. O en freidora de aire a 165° durante unos 10 minutos.
¡Y tus Albóndigas vegetarianas con calabacín, patata y provola están listas!
Tiernas, fundidas, excelentes incluso frías. Buen provecho y hasta la próxima receta 😉
Si no las comes inmediatamente, puedes, una vez enfriadas, ponerlas en un recipiente cerrado y conservarlas en el frigorífico hasta dos días. Al momento de servirlas, caliéntalas unos minutos en sartén o en horno.
Artículo protegido por copyright © – Gabriella Geroni © Reproducción Reservada
Notas
¿Puedo evitar utilizar el huevo?
Sí, puedes utilizar solo la clara o no ponerlo, pero añadir 50 gramos de patata cocida.
¿Puedo añadir jamón cocido?
¡Claro! Puedes enriquecer tus albóndigas utilizando jamón cocido en trocitos (60 gramos) para añadir a la mezcla. ¡Serán aún más deliciosas!

