Las harinas sin gluten, como la de arroz, no crean masas elásticas y si se excede con los líquidos se vuelve aún más difícil manejarlas, en comparación con las harinas tradicionales. Por eso es necesario pesar todos los ingredientes y ser muy precisos, para poder equilibrar al máximo las cantidades de líquidos que, sin embargo, se deben añadir siempre poco a poco; con pequeñas y sencillas precauciones obtendremos unas hojuelas deliciosas.

Una última precisión concierne al vinagre. No teman usarlo, porque el resultado final no se verá afectado en absoluto; el vinagre no se percibirá de ninguna manera.

Preparamos las hojuelas de Carnaval.

He pesado los 2 huevos, (yemas y claras) sin cáscara, para un total de 102 gramos. Si sus huevos pesan más, es probable que deban añadir unos mililitros menos de vinagre; viceversa, si pesan menos, podría necesitarse unos mililitros más. Mi regla, en estos casos, es: «mejor una masa ligeramente más compacta, ligeramente más dura que una demasiado pegajosa o demasiado blanda» que luego no se podrá extender.

A los huevos les he añadido los otros ingredientes secos, es decir, los 200 gramos de harina de arroz, el azúcar, las especias, el bicarbonato (que junto con el vinagre contribuirá a hacer las hojuelas crujientes como las chiacchiere tradicionales).

He mezclado todo de manera burda y luego he añadido, en primer lugar, el aceite de semillas (que ayudará a hacer el bloque de masa en cierto sentido «más elástico») y he continuado mezclando (se puede hacer con las manos o con la amasadora, según sus necesidades).

Como la masa estaba grumosa y aún seca, he añadido solo la mitad del vinagre, continuando amasando.

La masa aún estaba suelta, es decir, no lograba absorber la harina restante, y he añadido también el resto del vinagre, poco a poco, hasta que obtuve una masa lisa, no pegajosa y uniforme.

En este punto, le he dado una forma lo más posible esférica, la he humedecido con una capa de aceite de semillas y la he envuelto en papel film, para dejarla reposar durante unos diez minutos.

Después de unos diez minutos, he retomado el bloque de masa y lo he dividido en 4 partes; se lo recomiendo encarecidamente, justo porque, como decía al inicio de este párrafo, se trata de masas no elásticas y es mejor extender con el rodillo pequeñas porciones a la vez.

A este respecto, necesitaremos harina de arroz para espolvorear abundantemente y a menudo la mesa y las diversas láminas que extenderemos.

He espolvoreado abundantemente tanto la parte del bloque de masa como la mesa de trabajo con harina de arroz y he extendido la primera lámina con un espesor de un par de milímetros aproximadamente.

He recortado la lámina en varias formas y tamaños y las he colocado, sin superponerlas y sin cubrirlas, en bandejas ya espolvoreadas con harina de arroz. Después de terminar de recortar todas las hojuelas de carnaval, las he dejado al aire libre durante otros 5 minutos.

Mientras tanto, he calentado aceite de semillas de girasol en un cazo.

Cuando el aceite ha alcanzado la temperatura adecuada (prueben a freír una para probar la temperatura), he comenzado a freír pocas piezas a la vez para evitar bajar la temperatura del aceite.

Las hojuelas fritas se deben colocar, a medida que las saquemos del aceite, en un plato con papel de cocina absorbente.

Una vez terminada la cocción de las hojuelas, podemos espolvorearlas abundantemente con azúcar glas sin gluten.

Feliz Carnaval de parte de Gabriella de

Miel harina & fantasía.