El rosco de mandarinas es un pastel invertido muy esponjoso, muy aromático, fácil de preparar y también muy refinado al paladar. Es perfecto para comenzar el día en el desayuno con un delicioso mimo hecho en casa con nuestras manos; es estéticamente elegante y se presenta bien en la mesa en ocasiones especiales. En resumen, si como a mí, os encanta este fragante y pequeño cítrico, el rosco de mandarinas es el dulce adecuado para vosotros.

- Dificultad: Fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 15
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes
- 10 mandarinas
- 130 ml zumo exprimido de mandarinas (obtenido de una parte de las mandarinas mencionadas arriba)
- c.s. piel rallada de mandarinas
- 250 g harina 00
- 50 g fécula de patata (o bien frumina o maicena)
- 3 huevos medianos enteros
- 80 ml aceite de semillas de girasol
- 165 g azúcar granulado
- 1 g sal fina
- 1 sobre levadura en polvo con aroma de vainilla para dulces
- c.s. mantequilla derretida para el molde (también sin lactosa)
- 1 hoja papel de horno
Herramientas
- 1 Molde
Pasos
1) Para preparar nuestro delicioso rosco, empezamos preparando las rodajas de mandarinas para colocar en el fondo del molde.
2) Pelamos 3-4 mandarinas y, sobre una tabla de cortar, las cortamos en rodajas de aproximadamente un centímetro de grosor (eliminamos semillas y filamentos si los hay).
3) Enmantecamos bien el molde desmontable de rosco de 26 cm de diámetro.
4) Cortamos una hoja de papel de horno dándole forma redonda; debe ser un poco más grande que el mismo molde. Hacemos un agujero en el centro y lo colocamos en el molde, haciéndolo adherir bien y enmantecando también encima.
No soy muy bueno en estas cosas y el papel siempre se me rompe cuando intento hacer un rosco de papel de horno; así que, después de cortar una hoja redonda, la corto aún más en 4 partes iguales y las coloco en el fondo del molde, haciendo que se adhieran bien entre ellas y al fondo gracias a la mantequilla derretida.
5) Sobre el papel de horno enmantecado colocaremos las rodajas de mandarinas, puestas alrededor en sentido circular. Llenamos los posibles espacios vacíos con trozos de mandarinas.
6) Tamizamos juntos harina, fécula y levadura en un recipiente aparte.
7) Lavamos y cepillamos la piel de una mandarina y la rallamos finamente directamente en el bol donde haremos la masa para el pastel.
8) En este mismo bol añadimos los huevos, el aceite y el azúcar y los mezclamos para amalgamarlos bien (con un tenedor, un batidor de acero o eléctrico).
9) Exprimimos 3-4 mandarinas (depende de su tamaño y jugosidad) para obtener 130 mililitros de zumo que añadiremos a los demás ingredientes.
10) Añadimos la sal fina y las harinas ya tamizadas.
11) Mezclamos todo hasta que la masa se presente lisa y cremosa (se necesita aproximadamente un minuto).
12) Vertemos la masa en el molde, cubriendo completamente las rodajas de mandarinas. Damos un pequeño golpe en el fondo para que la masa se distribuya de manera uniforme y al horno a 180* durante unos 25 minutos, a media altura. Para verificar la cocción, pinchamos el rosco con un palillo largo que deberá salir seco. Dependiendo del horno y del modo de cocción utilizado, la parte superior del rosco podría quedar de un color claro. Si la deseáis más dorada, podéis ponerla bajo el grill durante un minuto.
Sacamos inmediatamente del horno el rosco de mandarinas, para evitar que el calor residual pueda secarlo demasiado y esperamos que se enfríe durante al menos 20 minutos antes de liberarlo del molde, girarlo y eliminar el papel de horno.
La idea extra. Este delicioso rosco está buenísimo así tal cual, pero podemos decorarlo para hacerlo aún más atractivo y vistoso.
Aquí tenéis tres ideas para la decoración.
a) Mezclamos con un tenedor 50 gramos de azúcar glas, 10 mililitros de zumo de mandarina y un poco de piel rallada finísima para obtener un glaseado delicioso, perfumado y consistente, perfecto para decorar, vertiéndolo sobre el pastel con una cuchara o con un pequeño cono de papel de horno.
b) Derretimos al baño maría 75 gramos de chocolate negro con 2 cucharadas de leche, mezclamos para amalgamar y, cuando el compuesto esté completamente fundido, lo vertemos sobre el rosco.
c) sobre el papel de horno enmantecado esparcimos una cuchara colmada de azúcar granulado antes de añadir las rodajas de mandarina. De esta manera obtendremos una especie de caramelo que cubrirá el rosco.
Bon appétit