El risotto con la escarola (del tipo liso, para entendernos) es una receta muy sabrosa y, al mismo tiempo, muy ligera. Es facilísimo de preparar, es completamente vegetariano, no contiene gluten ni lactosa. Esta idea me vino pensando en la sopa de arroz con escarola que mi suegra prepara a menudo; una receta campesina que merece la pena probar. Yo, en cambio, decidí cocinarla como si fuera un risotto, para darle esa cremosidad final que no solo ayuda a resaltar aún más un plato «pobre» (en el sentido de sencillo) y nutritivo, sino que resulta más agradable incluso para aquellos que, en general, no aman las sopas. Al risotto con escarola podemos añadir otros ingredientes si lo deseamos aún más rico.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 2
- Métodos de Cocción: Fuego
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 300 g escarola (endivia)
- 140 g arroz Roma (o Carnaroli)
- 1/2 diente ajo
- c.s. sal fina
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- 1 pizca curry (o bien comino)
- 1 l agua (para el caldo vegetal)
- 1 zanahoria
- c.s. cebolla
- 1 tallo apio
Pasos
Eliminamos posibles desechos de la escarola, separamos las hojas y las lavamos muy bien bajo agua corriente. Dejamos escurrir y luego las picamos bastante finas.
Mientras tanto, preparamos el caldo vegetal con una zanahoria picada, muy poca cebolla y apio. Al llegar a ebullición, dejamos cocer durante 10 minutos, para que esté bien sabroso y aromático.
En una cacerola grande ponemos a dorar, a fuego bajo, medio diente de ajo con piel y una abundante cucharada de aceite de oliva virgen extra.
Cuando el ajo empiece a chisporrotear, lo eliminamos y añadimos las hojas picadas de escarola.
Agregamos dos abundantes pizcas de sal fina, tapamos y dejamos estofar a fuego bajo, por diez/quince minutos como máximo, removiéndolas un par de veces.
A este respecto me gustaría precisar que la consistencia que tiene que alcanzar la escarola antes de añadir el arroz es una simple cuestión de gustos. A mí me gusta que las hojas no estén completamente desechas, porque seguirán cociendo con el arroz y el caldo vegetal, volviéndose muy tiernas al final de la cocción, casi inexistentes al paladar.
Cuando las hojas se hayan estofado, subimos el fuego y vertemos el arroz, lo mezclamos bien con la verdura; finalmente, comenzamos a añadir un cucharón de caldo hirviendo cada vez (no será necesario añadir todo el caldo; lo que sobre se puede reutilizar para otras recetas).
Removemos a menudo, y antes de que el caldo sea absorbido completamente por el arroz, añadimos el siguiente cucharón, disminuyendo su cantidad a medida que el arroz se cuece; probamos para ajustar de sal.
Cuando el arroz esté cocido, apagamos inmediatamente, añadimos el curry o el comino, mezclamos, cubrimos y dejamos reposar por 2 minutos, luego podremos servir nuestro risotto con escarola, añadiendo, si os gusta, también una pizca de guindilla seca, que, os aseguro, le va muy bien.