El conejo tiene una carne muy nutritiva y digerible y según yo, una de las preparaciones más sabrosas y completas, que lo ven como protagonista es “el conejo al horno con patatas y guisantes”.
Una receta, la mía, que no prevé sofritos para quitarle a la carne de conejo su olor a salvaje, sino solo una escaldada en caldo con aromas. Al término de dicha operación, la cocción se lleva a cabo en horno con patatas, guisantes y tomates y con aromas.
Muy ligero y con la posibilidad de también añadir el aceite a mitad de cocción, obtendremos un plato en el cual se exalta al máximo el sabor y la ligereza.
Comparto con gusto con vosotros aquellas precauciones que al cocinar pongo en práctica para mi familia, esperando así dar alguna idea más a quien, como yo, ama comer bien, pero siempre pone en el centro su bienestar.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 1 kg conejo en trozos
- 1 cebolla (grande)
- 1 zanahoria grande
- 1 rama de apio
- 1 hoja laurel
- 1 limón exprimido
- c.s. agua (para cubrir el conejo)
- conejo escaldado
- 1 cebolla
- 750 g patatas
- 200 g guisantes congelados
- 360 g tomatitos (230 sin piel y sin semillas)
- 250 g puré de tomate
- 120 ml vino blanco
- c.s. romero
- c.s. orégano
- c.s. sal
- c.s. pimienta negra
- c.s. aceite de oliva virgen extra
Herramientas
- Bandeja de horno antiadherente 35×25
- Mandolina
Preparación
Para preparar el conejo al horno con patatas y guisantes, inicialmente hay que quitarle a la carne de conejo su típico olor.
Con este fin, proceder a una escaldada inicial de él según el procedimiento que indico en la receta «conejo asado con precocción en caldo vegetal«, con la diferencia de hacerlo cocer en caldo por un tiempo inferior, es decir, unos 15 minutos desde el hervor.
Pasado dicho tiempo, sacar el conejo del caldo, claramente el caldo obtenido no puede ser usado para otros fines y debe ser desechado.
En una bandeja de horno antiadherente ( yo 35×25 ) colocar la cebolla cortada con la mandolina, las patatas cortadas en rodajas de poco menos de 1 cm de grosor, los guisantes aún congelados y distribuir uniformemente sobre ellos los tomates limpios en trozos y el puré de tomate.
Colocar encima los trozos de conejo.
Salpimentar, aromatizar todo con orégano y romero, añadir el aceite de oliva virgen extra y el vino blanco bien repartido en las distintas partes.
Si se prefiere, el aceite se puede añadir a mitad de cocción.
Poner en horno precalentado estático a 200 grados y cuando el vino se haya evaporado, añadir agua caliente.
Cocer todo durante aproximadamente 1 hora y un cuarto, esto sin embargo depende de la suavidad de las carnes de cada conejo individual y del tamaño de los trozos en los que está dividido.
Debes regularte pinchando con un tenedor los trozos más gruesos, cuando el tenedor entre con facilidad significa que la carne está cocida, lo mismo hacer con las patatas.
Servir caliente y, si se desea, se puede añadir un chorrito de aceite en crudo.

Si en la superficie tiende a secarse y la carne aún no está suficientemente suave, será útil mojar todo con el jugo del fondo, cubrir con un papel de aluminio y terminar la cocción.
Girar delicadamente varias veces mientras se cocina y cuando notamos que la parte líquida se está secando demasiado, proceder a añadir agua caliente poco a poco.
Tener en cuenta que al final deberemos obtener un fondo de cocción no demasiado líquido, pero tampoco demasiado denso, con el cual suavizar el plato.
Conservación
En la nevera bien cerrado por un par de días.
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Para visualizar los productos recomendados haz clic aquí.
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