Tronco tiramisú de Navidad

A veces las ganas de dulce llegan de repente. Tal vez estás en casa, con las luces de Navidad encendidas, cansado después de un día lleno, y piensas: «Ahora un tiramisú vendría realmente bien». Es justo en ese momento que nació este Tronco Tiramisú de Navidad, una receta mini y escenográfica, perfecta para dos personas y lista en poquísimos minutos.

Es el dulce ideal cuando quieres algo cremoso pero no tienes tiempo de preparar un tiramisú tradicional. Y sí, también es la solución perfecta para usar esa crema de mascarpone que sobró…
Suponiendo que sobre alguna vez. En mi caso es prácticamente imposible, pero nunca se sabe: si ocurre, esta receta es tu aliada.

O cuando finalmente quieres usar ese paquete de bizcochos de soletilla abierto en el armario, que lleva días esperando ser usado antes de convertirse en un recuerdo seco y triste.

El tronco se prepara con pocos ingredientes, se enrolla en un instante y se convierte en un postre elegante, fresco e irresistible. Los bizcochos de soletilla se ablandan en el café, la crema se mantiene suave y la decoración final lo hace ser de inmediato “wow”.

Un dulce ingenioso, fácil y rápido: ideal para una pausa golosa, una cena especial o para cuando quieres impresionar con el mínimo esfuerzo y el máximo resultado. Perfecto también cuando en Navidad llegan invitados de repente o no tienes ganas ni tiempo de ponerte a cocinar, pero quieres igualmente llevar a la mesa algo irresistible.

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