Pasos

• Comenzad la preparación de vuestra sopa dulce monstruosa haciendo unos pancakes: mezclad la harina, el cacao y la levadura en un bol. En un recipiente alto echad el huevo, mezclad enérgicamente y añadid la leche. Verted entonces el líquido obtenido en la mezcla de harinas y mezclad hasta que obtengáis una masa lisa y sin grumos. En este punto, coged una sartén antiadherente de 18-20 cm y dejadla calentar bien. Si no tenéis una buena sartén, untad con un poco de mantequilla o aceite. Ahora verted un cucharón de masa y dejad cocinar a fuego medio-alto. No es necesario dar la vuelta a los pancakes, de lo contrario no obtendréis el color negro como se ve en la foto. Una vez cocidos de un lado, notaréis que también del otro lado estarán bien cocidos. Con esta cantidad obtendréis alrededor de 3-4 pancakes.

  

• En este punto, dedicáos a la preparación de la crema: verted 3-4 cucharadas de leche dentro de un bol con la harina y el azúcar y mezclad hasta que todo esté disuelto. Verted entonces la leche restante dentro de un cazo con aroma de vainilla y la mezcla de leche/harina/azúcar. Dejad cocinar, continuando a mezclar a fuego medio-alto hasta que se forme una crema bien densa. En este punto, apagad y dejad templar.

  

• Pasad ahora al emplatado, si así se puede llamar: necesitaréis 4 tazones de postre. Cortad los pancakes en tiras, colocad en el fondo de los tazones algunas tiras. Verted entonces la crema dividiéndola de forma equitativa entre los 4 tazones y finalmente decorad con más tiras de pancake negro en la parte superior de forma casual, incluso dejándolas salir del tazón 😛

  Finalmente, poned algunos ojos esparcidos por aquí y por allá y servid. Podéis servir vuestra sopa monstruosa también bien fría, en ese caso os recomiendo dejarla en la nevera al menos una hora antes de decorarla y servirla.

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