Será porque son redondas, será porque se comen con las manos, pero ¡las albóndigas gustan a todos, grandes y pequeños! Así que uno puede dejar volar la imaginación y hacerlas como más le guste. Hoy las he preparado con zanahorias, ricotta y brócoli. Una manera más de comer cosas sanas, especialmente para los más pequeños. ¿Cuántas he hecho? Bueno, honestamente no tuve tiempo de contarlas… solo sé cuántas quedaron.
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 200 g Brócoli
- 250 g Zanahorias
- 200 g Ricotta
- 2 Huevos
- Pan rallado
- Grana Padano DOP
- Aceite de semillas
- Sal
Preparación
El procedimiento para la preparación de las albóndigas de zanahorias, ricotta y brócoli es muy sencillo y rápido. Primero prepara las verduras. Recorta y limpia las zanahorias, córtalas en trozos y cuécelas en agua salada durante unos 15 minutos desde que hierve. En otro cazo cuece el brócoli. Te recomiendo cortarlos en trozos pequeños para que se cocinen más rápido. En este punto escúrrelos ambos y viértelos en el vaso de la batidora.
Mientras tanto, en un plato bate un huevo y añade en el siguiente orden: la ricotta, las verduras, 4 cucharadas de pan rallado y una de queso grana. Forma con las manos húmedas unas bolitas y pásalas por el huevo batido con una pizca de sal, y por el pan rallado luego déjalas reposar en una superficie de trabajo unos minutos.
Calienta abundante aceite en una sartén y cuando alcance la temperatura fríe las albóndigas de zanahorias, ricotta y brócoli. Una vez cocidas déjalas escurrir sobre papel absorbente y transfiérelas a un plato de servir.
Fáciles de realizar, ¡las albóndigas de zanahorias, ricotta y brócoli conquistarán a grandes y pequeños!
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