Ya es bien sabido que el desayuno es una de las comidas más importantes del día, porque de él obtenemos las energías para enfrentar la jornada. Después de haber experimentado la avena nocturna con fresas y remolacha, hoy quiero proponerte una versión increíblemente más estimulante con sabor a tiramisú! Así que si eres amante del café, ¡no puedes perdértelo! Aquí, de hecho, los copos de avena (oatmeal), a diferencia del método de preparación tradicional anglosajón, se disuelven no solo en leche vegetal sino también en café espresso. A esta base se le añaden también semillas de chía, pero dado que a menudo no se encuentran fácilmente en nuestros supermercados, se pueden omitir y aumentar las dosis de copos de avena para tener de todos modos un buen budín cremoso. En cualquier caso, se deja reposar esta preparación toda la noche (overnight) para luego ser servida. Será práctico y cómodo si siempre tienes prisa por la mañana, porque no tendrás que hacer más que sacarlo del refrigerador y disfrutarlo. Sin azúcares añadidos, no he endulzado nada en la receta, pero estoy acostumbrada a beber el café amargo, así que dependiendo de tus hábitos, agrega una cucharadita de azúcar en el café espresso antes de que se enfríe completamente. Su autenticidad y su fuerte poder saciante harán que este postre para el desayuno sea muy equilibrado y satisfactorio. Además, será realmente irresistible en cuanto sumerjas la cuchara, gracias al topping de cacao y leche vegetal, que se preparará en un minuto. Pruébalo en el desayuno o como tentempié a media mañana para llevar quizás contigo a la oficina, ¡será perfecto para garantizar una fuerte sensación de saciedad y un impulso de energía a tus días!

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