Entre los muchos desayunos fit que he experimentado en estos últimos meses desde que he revolucionado también lo que consumo por la mañana además de las otras comidas del día, este tarro de mango y semillas de chía se ha convertido en uno de mis favoritos. La textura en el paladar es suave y deliciosa, un placer cucharada tras cucharada. Y lo bueno de este tipo de preparaciones es que el placer en el paladar se transforma en bienestar para el cuerpo, a través de un consumo diario ventajoso. Aquí, en estos tarros, podrás encontrar, además de los increíbles beneficios de las semillas de chía, una riqueza de antioxidantes naturales y vitaminas proporcionadas por el mango y una fuente de carbohidratos complejos y proteínas garantizada por los copos de avena. Este desayuno te ayudará a fortalecer las defensas inmunitarias y a mantener una sensación de saciedad hasta la próxima comida, sin caer en la tentación de picar algo dañino a mitad del día. Además, es sin azúcares añadidos, sin gluten y se prepara realmente en pocos minutos, después de lo cual se pone todo en la nevera y se disfruta cómodamente al día siguiente. ¡Pruébalo porque te enamorarás!
Si te gusta variar y eres atento/a a lo que comes desde la primera comida del día, prueba también estas fantásticas alternativas:
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 12 Horas
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Porciones: 3 tarros
- Métodos de Cocción: Sin cocción
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Verano
Ingredientes
⚠ EN ESTA RECETA HAY UNO O MÁS ENLACES DE AFILIACIÓN. Los productos que recomiendo son los mismos que uso yo en mis recetas; comprarlos a través de mi blog ayuda a apoyarme a mí y a mi trabajo, mientras que a vosotros no os costará nada más!
- 70 g mango (la pulpa)
- 150 ml leche de avena
- 30 g copos de avena integrales
- 18 g semillas de chía
- 5 g mango (seco en polvo opcional)
- 150 g yogur griego 2% de grasa
- 1 cuchara de mesa leche de avena (opcional si usas yogur blanco natural)
- 50 g mango (pulpa en cubos)
- Unos pocos frambuesa (opcional)
- Unos pocos arándano (opcional)
Herramientas
- 1 Tabla de cortar
- 1 Cuchillo
- 1 Licuadora
- 3 Tarros
- 1 Cuchara
Pasos
Lava el mango bajo el chorro de agua corriente, frotándolo suavemente con los dedos. Coloca el mango sobre una tabla de cortar resistente y, con la mano no dominante, mantenlo firme sobre la superficie de trabajo. Debes cortarlo verticalmente, de arriba hacia abajo, intentando hacer dos incisiones paralelas en ambos lados del hueso plano central.
Corta la parte carnosa del mango, haciendo incisiones cruzadas de unos 1,3 cm a lo largo de la pulpa de las dos partes carnosas, teniendo cuidado de no atravesar la cáscara.
Con la ayuda de una cuchara, extrae la pulpa y transfiere unos 70 gr. a una licuadora junto con los copos de avena, reservando el resto para la decoración final.
Añade también las semillas de chía* y el polvo de mango seco (opcional).
Completa vertiendo la leche de avena y licúa en varias tandas por unos segundos.
Debes obtener una mezcla suave y fluida que ahora es la base de tu avena nocturna.
Distribuye la base de la avena equitativamente en tres tarros de vidrio o vasos y añade a cada uno 2 cucharadas de yogur griego previamente hecho más líquido con una cuchara de leche vegetal**.
Completa con aprox. 50 gr. de mango restante en cubos, un puñado de arándanos y algunas frambuesas.
Cierra los tarros y ponlos en la nevera al menos 3 horas pero sería mejor toda la noche, de ahí el nombre overnight!
¡Y voilà… la avena nocturna al mango está lista para ser disfrutada!
¡Buen Provecho de La Cocina de FeFé!
Conservación
👉Puedes conservar en la nevera la avena nocturna al mango por unos 3 días y no más para disfrutar de este postre en todas sus características.
Consejos, notas, variaciones y sugerencias
🟣 *El remojo de las semillas de chía es siempre obligatorio, y debe ser de al menos 30′, porque tienen una gran capacidad de absorción de líquidos. Si se ingieren sin previo remojo, podrían causar deshidratación ya que absorberían el agua directamente de nuestro organismo; además, el remojo las hace más fáciles de digerir, aumentando también la disponibilidad de sus nutrientes. De hecho, siendo las semillas de chía ricas en fibras, proteínas, ácidos grasos omega-3 y antioxidantes, el remojo puede ayudar a liberar estos nutrientes, haciéndolos más fácilmente absorbibles por el cuerpo.
🟣 **En alternativa al yogur griego, si lo prefieres, puedes optar tranquilamente por el yogur blanco natural, en tal caso salta el paso de añadir una cuchara de leche vegetal para hacerlo más líquido, porque el yogur blanco ya es naturalmente menos pastoso que el griego. Si lo deseas, puedes también endulzar el yogur con una cucharadita de miel, de eritritol o de sirope de agave.
🟣 Si no te gusta el mango o no lo tienes a disposición, siempre puedes variar con toda la fruta de temporada que desees o tengas en casa, así podrás alternar cada día sabores y texturas diferentes.
🟣 Para una versión aún más deliciosa, es posible añadir 5 gr. de chocolate negro cortado en trozos para agregar justo antes de disfrutarlo o, a elección, una cucharadita de mantequilla de cacahuete o de tahina sobre la fruta fresca.
FAQ (Preguntas y Respuestas)
¿Se puede realizar esta preparación en versión vegana?
¡Por supuesto! Será suficiente reemplazar el yogur griego o blanco normal con la misma cantidad de yogur blanco vegetal (tipo Valsoia o Sojasun).


