Muy de moda últimamente en la web, para quien ama variar su desayuno de manera saludable, es el chia pudding, una especie de pudín o postre cremoso a base de semillas de chía. Este delicioso y saludable postre, tiene su origen en América Central, y su consumo ha tenido lugar durante siglos gracias a sus propiedades nutritivas. Estas pequeñas semillas oscuras son en un 75% ricas en ácidos grasos esenciales como los Omega-3 y en un 20% de Omega-6; también están compuestas por proteínas de altísima calidad, ya que aportan los nueve aminoácidos esenciales. Contienen un excelente porcentaje de fibras, capaces de ayudar a la regularidad intestinal y a mantener la sensación de saciedad toda la mañana. Además, son una formidable fuente de micronutrientes como los minerales. Es evidente que su consumo diario representa una opción válida para un desayuno sano y nutritivo. Gracias a su consistencia de pudín y a las infinitas posibilidades de combinaciones, el chia pudding siempre será un postre diferente. Además, siendo muy fácil de preparar, es la opción ideal para quien por la mañana siempre tiene prisa pero no quiere renunciar a comer de manera saludable. No requiere de ninguna cocción, solo remojar las semillas en cualquier líquido durante al menos 3 horas, pero mejor toda la noche. Bastará con preparar todo en un frasco de vidrio, como hice yo, y ponerlo en la nevera. Yo jugué con diferentes consistencias, añadiendo también cubitos de ciruela y cáscaras de lima para un toque extra de frescura. ¡Pruébalo en el desayuno o también en la merienda, te enamorarás!
Si te gusta variar y cuidas lo que comes desde la primera comida del día, prueba también estas fantásticas alternativas:
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 12 Horas
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 2 personas
- Métodos de Cocción: Sin cocción
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes
⚠ EN ESTA RECETA HAY UNO O MÁS ENLACES DE AFILIACIÓN. Los productos que recomiendo son los mismos que uso yo en mis recetas; comprarlos a través de mi blog contribuye a apoyarme a mí y mi trabajo, mientras que a ti no te costará nada más.
- 15 g semillas de chía
- 100 ml leche vegetal (yo de avena)
- 100 g yogur griego 2% de grasa
- 1 cucharadita extracto de vainilla
- 1 cucharadita sirope de agave (o mermelada de limones)
- 70 g caqui (la pulpa)
- 1 ciruela amarilla (opcional)
- 10 g chocolate negro al 85%
- c.s. cáscara de lima (no tratada)
Utensilios
- 1 Vaso
- 1 Cucharón
- 1 Cucharadita
- 2 Cuencos
- 1 Frasco
- 1 Cuchillo
- 1 Tapa
Pasos
La noche anterior, en un vaso o taza, vierte las semillas de chía y la leche de avena hasta cubrirlas
Aromatiza con una cucharadita de extracto de vainilla y una de sirope de agave y mezcla bien. Cierra con una tapa expansible de silicona o un platillo y mete en la nevera toda la noche*.
La mañana siguiente, las semillas de chía habrán duplicado su volumen y habrán alcanzado una consistencia gelatinosa.
Con la ayuda de una cucharadita, obtén 70 gramos de pulpa de caqui y trabájala en un cuenco hasta obtener una consistencia cremosa.
En otro cuenco, aromatiza el yogur con una cucharadita de crema de limón o sirope de agave.
Ahora puedes componer el pudding a tu gusto con los ingredientes previstos en la receta: en un frasco dispone una cucharadita de pulpa de loto y dos de semillas de chía y la mitad de yogur griego.
Para crear diferentes texturas, corta una ciruela pequeña u otra fruta de tu elección no muy grande en cubitos y agrégala en la capa central.
Repite las capas hasta agotar todos los ingredientes, completando con la pulpa de caqui y el chocolate negro previamente troceado con el cuchillo.
Decora con un poco de lima rallada para un toque de frescura y ¡disfrútalo!
Y voilà… ¡el chia pudding está listo! Sumerge la cucharadita entre las capas y ¡saborea!
¡Buen Provecho de La Cocina de FeFé!
Conservación
👉 Puedes mantener en la nevera el chia pudding durante unos 3 días en frascos de vidrio con tapa.
Consejos, notas, variaciones y sugerencias
🟣 *El remojo de las semillas de chía es siempre obligatorio, porque tienen una gran capacidad de absorción de líquidos. Si se ingieren sin previo remojo, podrían causar deshidratación ya que absorberían el agua directamente de nuestro organismo; además, el remojo las hace más fáciles de digerir, aumentando también la disponibilidad de sus nutrientes. De hecho, siendo las semillas de chía ricas en fibras, proteínas, ácidos grasos omega-3 y antioxidantes, el remojo puede ayudar a liberar estos nutrientes, haciéndolos más fácilmente absorbibles por el cuerpo. En caso de que al día siguiente notes que las semillas se hayan depositado todas en el fondo y parezca que la leche no se ha absorbido del todo, no te preocupes, bastará con mezclar enérgicamente durante un minuto y dejar que las semillas absorban la parte líquida restante. Recomiendo por eso la noche anterior mezclarlas de vez en cuando durante los primeros 30′ antes de ponerlas definitivamente en la nevera.
🟣Puedes variar el chia pudding cada mañana, añadiendo copos de avena, frutos secos (nueces, pistachos, almendras o avellanas) o fruta en almíbar.
🟣Puedes sustituir la leche de avena con zumo de fruta a tu gusto o simple agua; el yogur griego puede ser sustituido por simple yogur blanco, etc., y el sirope de agave con eritritol o miel.
🟣En lugar de la ciruela septembrina, puedes añadir cubitos de peras cocidas o incluso crudas, o arándanos o frambuesas en la temporada primaveral, etc.
🟣Usa frascos viejos que tengas en casa, quizás reciclando los de mermeladas y conservas que ya has consumido, una elección que se revela además totalmente ecológica y ¡harás bien al planeta!

