¿Cuánto amo los pestos? Encontraréis varias propuestas y combinaciones aquí en el blog porque son condimentos prácticos, rápidos y sobre todo deliciosos, ¡perfectos para cualquier ocasión! Una de las recetas de pesto que más amo es precisamente el de rúcula por su sabor ligeramente picante pero al mismo tiempo envolvente y sabroso. Se hace con rúcula fresca, mejor si es de vuestro propio huerto, triturándola en un mixer junto con los demás ingredientes en crudo, obteniendo en pocos minutos una salsa de acompañamiento para vuestros platos o un cremoso y sabroso condimento para la pasta. Yo lo uso a menudo para untar en bruschettas, galletas saladas y crostini, pero si queréis podéis daros el gusto acompañándolo con carne, huevos, o para condimentar pizzas, focaccias y más. Prepararlo es extremadamente fácil, además de rápido, y podéis hacerlo con mucha antelación, conservarlo en el frigorífico o congelarlo en porciones individuales y luego descongelar solo la cantidad que se necesita. La única precaución para un resultado perfecto es la elección de los ingredientes, pocos pero que sean todos de calidad.
Si como yo, amáis experimentar con pestos siempre nuevos, echad un vistazo a estas propuestas a continuación:
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Porciones: 2-3 personas
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes:
- 80 g rúcula
- 70 ml aceite de oliva virgen extra
- 50 g Grana Padano rallado (o mitad parmesano y mitad pecorino)
- 50 g avellanas enteras peladas (o piñones, almendras, etc.)
- 30 g pistachos de Bronte DOP
- 1 diente ajo
- 1 pizca sal
Herramientas:
- 1 Mixer
Pasos:
Primero, lava la rúcula bajo el agua corriente, luego sécala bien, mejor si es con un centrifugador de ensaladas que no deje residuo húmedo, de lo contrario con un paño limpio y seco. En este punto, en un mixer añade puñados de rúcula poco a poco, comenzando a picar gruesamente para que entre toda (fig. 1).
Agrega el ajo (si te gusta), las avellanas y los pistachos (fig. 2). Tritura durante unos segundos más y añade el grana y una pizca de sal (fig. 3).
Rocía con el aceite en hilo (fig. 4) y da un golpe de mixer a alta velocidad, evaluando la consistencia. Debes obtener una crema densa y espesa (fig. 5).
Evalúa según la consistencia que desees si necesitas añadir más aceite o no y sirve como condimento para tus platos principales o como salsa de acompañamiento para crostini, galletas saladas y mucho más.
Y voilà…¡tu pesto de rúcula está listo para ser disfrutado!
¡Buen provecho de La Cocina de FeFé!
Conservación
👉 El pesto de rúcula se conserva un máximo de 5-6 días en el frigorífico dentro de un recipiente hermético, siempre bien rociado en la superficie con aceite. Si queréis, podéis congelarlo directamente en porciones individuales y conservarlo hasta 6 meses.
Consejos y sugerencias
🟣 Si en casa no tenéis avellanas o pistachos, podéis sustituirlos tranquilamente por otro tipo de frutos secos como almendras o piñones.
Contrariamente a lo que se piensa, quien es intolerante a la lactosa generalmente puede consumir quesos de pasta dura o extra dura como el grana Padano presente en la receta, ya que están libres de ella, o contienen muy poca. De hecho, durante el proceso de fermentación primero y de maduración después, la lactosa se transforma en ácido láctico, determinando su destrucción y eliminación total.

