A pesar de las temperaturas aún frías, ¡la primavera acaba de hacer su cálida entrada! Ciertamente no se adivina por la nieve que ha caído incluso en altitudes bajas estos días, ni por los primeros calores, dóciles y rendidos a la osadía del viento y la lluvia. Sin embargo, desde hace unos días, me sucede ocasionalmente escuchar el chirrido de la colonia de murciélagos que ha hecho el nido sobre mi balcón. ¡Es la señal de que están a punto de salir de la hibernación! Y también en las macetas, han asomado los primeros brotes de mis margaritas africanas, estrictamente color glicina, como mi blog. En fin, en el calendario finalmente ha concluido el largo e implacable invierno, pero tendremos que esperar algunas semanas más antes de poder disfrutar de esos espléndidos días primaverales a los que estamos acostumbrados. Mientras tanto, os dejo esta receta perfecta para un picnic al aire libre, para un almuerzo informal, como entrante o como plato único. Es una preparación muy práctica y versátil y, dada la rapidez con la que se prepara, será muy útil incluso como salvacenas. Obviamente la base está libre de mantequilla y es un excelente compromiso en comparación con las compradas en las neveras de los supermercados. Y si tenéis invitados inesperados, estad seguros de que con este recurso nunca os tomarán desprevenidos.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 1 Día 6 Horas
- Tiempo de preparación: 40 Minutos
- Porciones: 6/8
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
Ingredientes para la base de la quiche (molde de 26 Ø):
- 200 g harina 0
- 50 g sémola de trigo duro remolida
- 100 ml agua tibia
- 3 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharaditas semillas de amapola (opcional)
- 5 g sal
- 500 g calabaza ya limpia
- 2 zanahorias
- 1 cebolla tierna fresca
- 3 alcachofas
- 150 g queso tipo certosa
- 40 g queso parmesano rallado
- 1 manojo perejil
- c.s. cebollino
- 1 1/2 cucharadita ajo en polvo (opcional)
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- c.s. sal
Preparación:
Comenzad preparando la base de vuestra tarta salada siguiendo todos los pasos de la receta y dejadla reposar cubierta con film alimentario durante al menos 30 minutos (fig. 1).
Mientras tanto, ocupáos del relleno, cortando las zanahorias en rodajas y la calabaza en cubos (fig. 2).
En una cacerola, dorad durante aprox. 1 minuto la cebolla tierna cortada en rodajas finas con un poco de aceite (fig. 3).
Agregad también la calabaza y las zanahorias y dejad que se mezclen a fuego vivo durante aprox. 2 minutos (fig. 4).
Condimentad con una cucharadita de cebollino y mezclad (fig. 5).
Cubrid con agua caliente sin exceder en la cantidad. Llevad a ebullición, luego bajad el fuego, poned una tapa y cocinad durante 25 minutos o hasta que la calabaza y las zanahorias estén lo suficientemente tiernas (fig. 6).
Una vez cocidas, apagad el fuego, eliminad toda el agua residual, ajustad de sal y mezclad con una cuchara de madera hasta reducir la mezcla casi a un puré. En este punto, añadid también la certosa y mezclad bien (fig. 7).
Mientras tanto, lavad y limpiad las alcachofas, eliminando las hojas exteriores más fibrosas, cortadlas por la mitad y eliminad la «barba» interna con la ayuda de un cuchillo pequeño (fig. 8).
Proceded a cortar el corazón en juliana y recordad siempre poner las alcachofas limpias en agua acidulada con limón para evitar que se oscurezcan (fig. 9).
Una vez limpias todas las alcachofas, escaldadlas durante aprox. 8 minutos en agua hirviendo ligeramente salada (fig. 10).
Escurridlas muy bien y sazonadlas con un poco de aceite, el ajo en polvo si os gusta, perejil picado grueso y una pizca de sal (fig. 11).
Extendid la masa a un espesor de 2 mm y transferidla a un molde de aproximadamente 5 cm de espesor previamente aceitado, luego hacedla adherir a los bordes con cuidado (fig. 12).
Pinchad el fondo con los dientes de un tenedor y rellenadlo con la crema de calabaza, distribuyéndola homogéneamente con la ayuda de una cuchara (fig. 13).
Adornad con las alcachofas en juliana como más os guste (fig. 14).
Espolvoread con queso parmesano rallado y poned en el horno precalentado a 190°C durante 40 minutos. La masa debe aparecer ligeramente dorada (fig. 15).
Retirad del horno y servid ligeramente tibia.
Y voilà…¡vuestra tarta salada con crema de calabaza y alcachofas escaldadas está lista para ser degustada!
¡Buen Provecho desde la cocina de FeFè!
