SOPA DE INVIERNO DE MINESTRONE Y QUINOA

Si es cierto que somos lo que comemos, como afirmaba el filósofo Feuerbach, ¡esta receta reflejaría de la manera más ejemplar este concepto! La sopa de minestrone y quinoa se presenta de hecho como un plato saludable y nutritivo, apto para toda la familia. El mérito va sin duda no solo a las verduras de temporada utilizadas, ricas en vitaminas y sales minerales, y a las legumbres, frijoles, guisantes y lentejas, ¡cuyas cualidades son bien conocidas! Sin embargo, en mayor proporción el mérito se debe a la quinoa, ¡protagonista indiscutible! Cada vez más conocida y utilizada como un cereal, aunque en realidad no lo es, su primacía se debe ciertamente a sus numerosas propiedades terapéuticas. Además, además de su agradable y delicado sabor, también es libre de gluten. Un plato ligero y de alta digestibilidad, ¡en beneficio de nuestro organismo! Un remedio para aquellos que desean perder peso, gracias a su fuerte poder saciante y su excelente capacidad para regular los tránsitos intestinales. Un comfort food humeante y rico en fitonutrientes, ideal en estos fríos días de invierno de los que todos no deberíamos prescindir nunca.

CURIOSIDAD: ¿Sabías que en la composición de la quinoa están presentes 2 aminoácidos esenciales muy importantes para el buen funcionamiento del organismo? Uno es la lisina y el otro la metionina. Esta última, fundamental para el metabolismo de la insulina.
Contiene una buena cantidad de minerales y vitaminas, en particular magnesio, vitamina C y vitamina E, esta última vital para el hombre, ya que constituye un potente antioxidante liposoluble, por lo que aporta beneficios a la piel (contrarrestando el envejecimiento celular), ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y combate los trastornos oculares.
Los efectos sobre la salud de los alimentos verdaderos y naturales van más allá del contenido de vitaminas y minerales. Además de esto, hay miles de nutrientes muy beneficiosos. Entre estos encontramos moléculas llamadas flavonoides. Estas importantes moléculas han demostrado tener efectos antiinflamatorios, antivirales, antitumorales y antidepresivos gracias a algunos estudios realizados en animales.
La quinoa también tiene un bajo índice glucémico, es decir, la medida de cuán rápido los alimentos elevan los niveles de azúcar en sangre. De hecho, es conocido que comer alimentos que elevan el índice glucémico puede estimular el hambre y contribuir a la obesidad. El alto índice glucémico también está a menudo relacionado con enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardíacas. El estudio en hombres ha demostrado que sustituir la quinoa por el pan sin gluten común y la pasta reduce los azúcares en sangre, la insulina y los triglicéridos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la quinoa contiene muchos carbohidratos, por lo que no es particularmente indicada en dietas que prevén un bajo contenido de los mismos.


Todas las recetas «vegetarianas» están libres de carne y/o pescado, ni puede haber empleo de otros alimentos a base de proteínas animales, como huevos y queso.

  • Dificultad: Muy fácil
  • Costo: Medio
  • Tiempo de preparación: 15 Minutos
  • Tiempo de cocción: 30 Minutos
  • Porciones: 4
  • Cocina: Italiana

Ingredientes

  • 230 g quinoa
  • 100 g lentejas secas
  • 80 g guisantes congelados
  • 60 g coliflor (flores)
  • 60 g brócoli (flores)
  • 50 g frijoles borlotti (yo tenía mi reserva en el congelador*)
  • 50 g judías verdes (yo tenía mi reserva en el congelador*)
  • 8 hojas acelgas
  • 1 patata
  • 1 zanahoria
  • 1 cebolleta fresca
  • 4 bayas de enebro
  • c.s. aceite de oliva virgen extra
  • 1 pizca sal
  • c.s. Grana Padano DOP
  • c.s. aceite de oliva virgen extra
  • c.s. picatostes

Preparación

  • Primero, lava y limpia todas las verduras. Hierve en un cazo 1 litro de agua con una pizca de sal que te servirá para cocinar la sopa y mantenerla caliente. Aparte, en una olla grande, dora una cebolleta cortada finamente y la zanahoria cortada en rodajas.

  • Baja el fuego, alarga con un cucharón de caldo caliente y agrega después de un par de minutos las patatas cortadas en cubitos, las flores de coliflor y las bayas de enebro.

  • Mezcla, si es necesario agrega otro cucharón de agua caliente y vierte las flores de brócoli y las lentejas previamente lavadas bajo el agua corriente.

  • Después de haber sazonado las verduras, añade las acelgas cortadas en juliana y los frijoles ya pelados.

  • Posteriormente, completa con los guisantes y las judías verdes cortadas en trozos y cubre completamente tu minestrone con caldo caliente.

  • Lleva a ebullición y deja cocinar durante 15′, añadiendo algún cucharón de caldo si notas que el minestrone se está secando demasiado. Transcurrido este tiempo, añade por último la quinoa, previamente lavada y escurrida, y cocina por otros 15′ o según los tiempos de cocción indicados en tu paquete.

  • Ajusta de sal y pimienta, luego apaga y sirve bien caliente con un chorro de aceite en crudo, unas virutas de grana y picatostes al gusto.

  • Y voilà… ¡tu sopa de invierno de minestrone y quinoa está lista para ser degustada!

  • ¡Buen provecho desde La Cocina de FeFè!

Conservación

👉 La sopa de minestrone y quinoa se puede conservar una vez fría en el frigorífico dentro de recipientes aptos para refrigeración, mejor si son de vidrio, por 2-3 días. Está permitido congelarla por un máximo de 3 meses.

Consejos, notas, variaciones y sugerencias

🟣* Si como yo no tienes disponibles reservas en el congelador de verduras y legumbres de temporada presentes en la receta, es posible utilizar un minestrone clásico congelado y añadir solo las acelgas, las flores de brócoli y de coliflor aparte.

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lacucinadifefe

Mi blog se centra en una cocina sencilla, ligera y rápida, pero con atención al aspecto saludable de los platos que se llevan a la mesa y sin caer nunca en la banalidad.

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