La tortilla de macarrones napolitana sin gluten es la versión para celíacos e intolerantes de un plato símbolo del aprovechamiento y la cocina casera, nacido para no desperdiciar la pasta sobrante.
En napolitano se llama frittata ‘e maccarune ; en el Agro Nocerino Sarnese pizza de macarrones a pizza ‘e maccarune.
Nace como plato pobre, cuando las familias, para no desperdiciar los restos de pasta (macarrones entendido como cualquier tipo de pasta), los mezclaban con huevos y queso para crear un nuevo plato, para comer también frío al día siguiente.
Difundida principalmente en la posguerra, en un contexto de escasez económica, se convirtió en el «bocadillo de los napolitanos»: portátil, nutritivo y saciante, ideal para quien trabajaba fuera de casa.
A menudo se envolvía en papel aceitado y se metía en la bolsa para el almuerzo en la playa o en la fábrica.
Con el tiempo se ha enriquecido: además de huevos y queso, se añaden salami, provola, panceta o guisantes, convirtiéndola también en protagonista de excursiones y picnics en la playa.
Mi versión sin gluten con espaguetis de maíz y arroz es “mediterránea” con la adición de aceitunas negras .
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4 Personas
- Métodos de Cocción: Fritura
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 300 g pasta sin gluten
- 5 huevos
- 100 g provola
- 60 g queso parmesano rallado
- 100 g salami napolitano (o panceta)
- c/n sal y pimienta
- c/n aceite de oliva virgen extra
- c/n Aceitunas negras deshuesadas
Pasos
Cocina los espaguetis u otro tipo de pasta (o utiliza pasta ya cocida sobrante).
En un bol, bate los huevos con parmesano, sal y pimienta.
Añade la pasta, la provola, el salami en cubos y las aceitunas.
Calienta el aceite en la sartén y vierte la mezcla.
Cocina a fuego medio-bajo durante unos 7-8 minutos por cada lado, girándola con la ayuda de un plato o tapa.
Sírvela caliente, tibia o fría.
Variantes:
Puedes sustituir la provola por caciocavallo o scamorza.
Algunos añaden leche o nata (1-2 cucharadas) para hacerla más suave.
Tradicionalmente se cocina en una sartén antiadherente bien engrasada, pero si quieres puedes terminarla en el horno.

