Las tiras de pollo con guisantes, un segundo plato ligero, de fácil y rápida preparación, ideal también para preparar con anticipación y recalentar.
Las tiras de pollo con guisantes son ideales también para preparar para los niños, a ellos habitualmente les encantan los guisantes y luego es un segundo plato digerible y ligero.
La pechuga de pollo es perfecta para la preparación de muchas recetas, perfecta para la alimentación de niños y personas mayores, ligera y digerible.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para las tiras de pollo con guisantes:
- 1 pechuga de pollo entera
- 500 g guisantes
- 1 cebolla amarilla (de tamaño mediano)
- 4 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- c.s. caldo de verduras
- c.s. sal fina
- c.s. pimienta negra
- c.s. vino blanco seco
- c.s. harina 00
Herramientas para las tiras de pollo con guisantes:
- 1 Sartén
- 1 Cuchillo
- 1 Plato
Pasos para la preparación y cocción de las tiras de pollo con guisantes:
Primero, limpia la pechuga de pollo: colócala sobre una tabla de cortar, busca el punto donde comienza el hueso y córtalo, luego elimina cualquier residuo de grasa o cartílago.
Córtala en rodajas finas y luego cada rodaja en tiras, pásalas por harina, eliminando el exceso de harina, luego colócalas en un plato.
Pica finamente la cebolla, colócala en una sartén grande junto con el aceite de oliva virgen extra, deja que tome sabor, añade la carne y cocínala por ambos lados, desglasa con el vino blanco, sala y pimienta.
Cuando el vino se haya evaporado añade los guisantes, ajusta de sal, añade un poco de caldo de verduras si es necesario y lleva a cocción (unos 15 minutos)
Sirve las tiras de pollo con los guisantes calientes.
Si no tienes guisantes frescos puedes usar tranquilamente los enlatados o congelados, sin comprometer el resultado de la preparación.
Si compras la pechuga de pollo entera y luego la cortas tú en rodajas finas ahorrarás en comparación con la compra de pechuga de pollo ya fileteada.
Un pequeño consejo, pon la pechuga de pollo en el congelador durante media hora antes de cortarla de este modo obtendrás rodajas perfectas, finas y mucho más fáciles de cortar.