Cebolletas agridulces aromatizadas con tomillo, son un acompañamiento verdaderamente excelente para servir tanto frío en los periodos más cálidos del año como caliente cuando se siente el frío. Por lo tanto, no solo son deliciosas sino también muy adaptables al período en el que decidimos prepararlas e ideales con cualquier plato. Una receta no solo facilísima y adecuada para todas, sino también realmente muy rápida, especialmente si compras las cebolletas ya limpias. Como ya sabéis, cada vez que me pongo manos a la obra no me limito a pequeñas dosis, especialmente en este caso. Así que cocino en abundancia y las conservo, porque son fantásticas en esos días en los que no hay tiempo para dedicar a la cocina. Para un procedimiento correcto, hecho con la máxima seguridad, echad un vistazo a mi artículo: Conservas hechas en casa
Os dejo los enlaces de algunos acompañamientos realmente deliciosos:
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 600 g cebolletas borettanas
- 60 g azúcar de caña integral
- 60 g vinagre balsámico
- 60 g aceite de oliva virgen extra
- c.n. sal
- 6 ramitas tomillo fresco
Herramientas
- 1 Cazuela
Preparación
Vertemos directamente en la olla el agua, el azúcar de caña, el aceite de oliva virgen extra y el vinagre balsámico (las cantidades que os he propuesto respetan mis gustos, por lo que al final de la cocción las probamos para ajustar los sabores si es necesario).
Mezclamos hasta que el azúcar esté casi completamente disuelto. Pasamos las cebolletas borettanas, compradas ya peladas (yo las encuentro en el mercado ya limpias), por agua corriente y las ponemos directamente en la cazuela. Ajustamos de sal, cubrimos con una tapa y ponemos al fuego a llama alta, pero solo hasta que el líquido empiece a hervir. A partir de ese momento, bajamos al mínimo y dejamos cocer hasta que las cebolletas estén blandas. Esto, sin embargo, depende también del gusto personal de cada uno, ya que seguramente a algunos les gustarán más blandas mientras que a otros más crujientes.
Una vez cocidas, las dejamos templar si es temporada cálida y las metemos en el frigorífico durante una hora. En caso contrario, apagamos y llevamos a la mesa inmediatamente, bien calientes.
Servimos nuestras Cebolletas agridulces aromatizadas con tomillo, colocándolas en un plato o fuente de servir y vertiendo sobre ellas todo el jarabe que se ha formado durante la cocción. Finalmente, las espolvoreamos con un generoso puñado de tomillo fresco.
Consejos
Podemos conservar las cebolletas agridulces durante varios días en el frigorífico, ya que el azúcar, el vinagre y la sal son excelentes conservantes naturales.
Por favor, asegúrate de guardarlas en recipientes herméticos, de vidrio o cerámica y nunca de plástico, ya que este último libera continuamente sustancias tóxicas.
Evitaría congelarlas aunque se pueda, solo porque una vez descongeladas tendrán otra consistencia, a veces poco agradable.
