Berenjenas en trozos gratinadas al horno, una receta con sabor veraniego que se puede disfrutar tanto caliente como fría. No solo es rápida de preparar, sino también muy sencilla, sobre todo porque los ingredientes son muy pocos. Sé que a muchos de vosotros no os gusta encender el horno durante la temporada de calor, usando así el horno principalmente en invierno. Sin embargo, yo lo utilizo precisamente en verano, por la noche, para poder saborear al día siguiente mis comidas, con platos fríos o como mucho a temperatura ambiente.
Os dejo los enlaces de algunas recetas realmente deliciosas para cocinar en el horno:
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Verano
Ingredientes
- 800 g berenjenas
- 8 cucharadas abundante aceite de oliva virgen extra
- 4 cucharadas pan rallado
- 4 ramas albahaca
- 1 diente ajo
- c.s. sal
Herramientas
- 1 Bandeja de horno
- 1 Cuchillo
- 1 Tabla de cortar
- 1 Bol
Preparación
Después de lavar y secar las berenjenas, les quitamos el tallo y las dividimos en 8. Posteriormente, las cortamos en trozos de aproximadamente 3 centímetros, o en cualquier caso no trozos pequeños.
Las ponemos en un bol grande y las sazonamos con 4 cucharadas colmadas de aceite de oliva virgen extra, sal, un diente de ajo, dos ramas de albahaca desmenuzada con las manos y mezclamos.
Espolvoreamos con 4 cucharadas de pan rallado, lo incorporamos homogéneamente y colocamos las berenjenas dentro de una bandeja de horno previamente aceitada. Antes de hornear en horno precalentado a 180°C, agregamos más aceite y cocinamos durante unos cuarenta minutos, o hasta que estén bien doradas (crujientes por fuera y tiernas por dentro).
Antes de servir nuestras Berenjenas en trozos gratinadas al horno, dejémoslas templar o incluso enfriar y adornémoslas con ramitas de albahaca fresca.
Consejos
Podemos conservar las berenjenas en trozos en el frigorífico, durante algunos días, pero pongámoslas en un recipiente hermético o sellado con film transparente para alimentos.
Asegurémonos de que el recipiente sea de vidrio o cerámica y nunca de plástico, porque este último libera continuamente sustancias tóxicas al contacto con los alimentos.
No os recomiendo congelarlas porque perderán consistencia y sabor, pero en caso de necesidad siempre es posible.
Recordemos no descongelar nunca a temperatura ambiente, sino en el frigorífico, para evitar intoxicaciones alimentarias desagradables y graves.
Sin embargo, el microondas es muy válido, tanto para descongelar como para recalentar.

