La tarta helada de nata y chocolate es un postre irresistible, perfecto para los días calurosos de verano e ideal para sorprender a tus invitados con un postre fresco y delicioso.
Fácil de preparar y sin necesidad de heladera, esta tarta conquistará a todos en el primer bocado, convirtiéndose en un postre elegante y delicioso, perfecto para cualquier ocasión.
Puedes también enriquecerla con gotas de chocolate, frutos secos y granillos de colores, aunque a mí me encanta así, simple y refinada.
¡Pruébala y se convertirá en tu as bajo la manga!
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- Dificultad: Media
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 6 Horas
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 8
- Métodos de Cocción: Sin cocción
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Verano
Ingredientes
- 300 g galletas Digestive
- 130 g mantequilla
- 500 g nata para montar
- 200 g leche condensada
- 1 cucharada extracto de vainilla
- 100 g chocolate negro
- c.s. granillo de avellanas
- Algunas avellanas enteras peladas
Herramientas
- Moldes desmontables
- Manga pastelera
- Picadora
- Batidora eléctrica
- Film transparente para alimentos
Pasos
Ponemos las galletas Digestive en una picadora o en un mixer y las pulverizamos.
Las ponemos en un bol y añadimos la mantequilla derretida. Mezclamos con una cuchara y vertemos la mezcla en un molde desmontable de 20/22 centímetros.
Compactamos la base con el dorso de una cuchara y la ponemos en la nevera para que se solidifique.
Mientras tanto, preparamos el helado.
En un bol vertemos la nata y con la ayuda de las batidoras eléctricas la montamos hasta que quede firme.
Añadimos la leche condensada, el extracto de vainilla y mezclamos suavemente para amalgamar los ingredientes, teniendo cuidado de no desmontar la mezcla.
Vertemos la base de helado obtenida en el molde con las galletas y alisamos con una cuchara.
Cubrimos el molde con film transparente y lo ponemos en el congelador a reposar durante al menos 4-6 horas o hasta que el helado se haya solidificado completamente.
Pasado este tiempo, derretimos el chocolate negro al baño maría o en el microondas, mezclando de vez en cuando hasta que esté completamente derretido y suave.
Sacamos la tarta del congelador y vertemos el chocolate derretido sobre la superficie del helado de nata, distribuyéndolo uniformemente.
Antes de que el chocolate se solidifique, esparcimos con granillo de avellanas y colocamos algunas avellanas enteras peladas para decorar. Si quieres, puedes decorar con algunos copos de nata montada.
Volvemos a poner la tarta en el congelador durante unos 30 minutos, hasta que el chocolate se haya endurecido.
Antes de servir, sacamos la tarta helada del congelador y la dejamos reposar a temperatura ambiente durante unos minutos para facilitar el corte.
¡Buen postre a todos!
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