Calabacines en aceite secados al sol

• Primero lava y seca bien los calabacines, corta los dos extremos y con un cortador de verduras obtén muchas rodajas finas. Toma una bandeja y coloca las rodajas de calabacín separadas entre sí, sin superponerlas.

  Cubre las bandejas con paños de cocina y déjalos al sol durante tres días, teniendo cuidado de retirarlos por la noche. Los calabacines deben estar secos y crujientes.

  

• Toma una cacerola con agua, vinagre y sal, lleva a ebullición e introduce los calabacines, dejándolos hervir a fuego lento durante 3/4 minutos. Retira los calabacines con una espumadera y déjalos secar y enfriar sobre un paño seco. Mientras tanto, esteriliza los tarros de vidrio en agua hirviendo.

  Ahora, condimenta tus calabacines con el ajo cortado en trozos pequeños, llena los tarros e introduce el aceite hasta el borde, añade unas hojas de menta fresca.

  

• Tus tarros están listos, una vez abiertos consérvalos en la nevera durante dos días.