Tortitas de calabacines y flores de calabaza, son uno de esos platos que saben a hogar, a comidas en el jardín y a cocina simple y genuina.

Sus tortitas, hechas solo con flores de calabaza y calabacín, son un tributo a la simplicidad y al auténtico sabor de las cosas caseras. Y cada vez que las preparo, sé que estoy continuando una tradición que no solo pertenece a nuestra familia, sino también a esa cocina italiana que sabe ensalzar la belleza de las cosas simples.

Perfectas como aperitivo, finger food o segundo vegetariano, se preparan en poco tiempo y desaparecen aún más rápido!

Tortitas doradas, suaves al morder, con un sabor irresistible que conquista a todos, grandes y pequeños.
Para disfrutar calientes recién fritas, o a temperatura ambiente durante un aperitivo o picnic.

Las flores de calabaza tienen buenas propiedades nutricionales y un bajísimo aporte calórico ya que están compuestas casi enteramente por agua: son muy delicadas y fácilmente perecederas, por lo que es recomendable utilizar solo las flores más frescas, íntegras y sanas.

Para hacer la receta de las tortitas de flores de calabaza más ligera se pueden eliminar los huevos;
para variar, se pueden agregar verduras en trozos: pimientos, berenjenas, cebollas, calabacines, una manera de hacer atractivas las verduras también a los niños y a quienes no las aman

Una receta salvacenas, anti-desperdicio y llena de sabor. Y cada vez que las preparo, sé que estoy continuando una tradición que no solo pertenece a nuestra familia, sino también a esa cocina italiana que sabe ensalzar la belleza de las cosas simples.