Pasos

• Preparación del café: Preparamos dos tazas de café espresso y las dejamos enfriar completamente. También se puede utilizar café soluble disuelto en poca agua caliente.

  Montar la nata: En un bol grande, vertemos la nata líquida y la batimos con batidoras eléctricas hasta obtener una consistencia suave y esponjosa, pero no demasiado firme.

  Unir los ingredientes: Agregamos la leche condensada a la nata montada, mezclando suavemente con una espátula o una cuchara de madera con movimientos de abajo hacia arriba para no deshacer la nata.

• Incorporar el café: Vertemos el café enfriado, el azúcar glas y el extracto de vainilla (si lo usas) en la mezcla de nata y leche condensada. Continuamos mezclando suavemente hasta que los ingredientes estén bien integrados y la mezcla sea homogénea.

  Congelación: Transferimos la mezcla a un recipiente hermético apto para congelar. Cubrimos con una tapa o film transparente y colocamos en el congelador durante al menos 4-6 horas, o hasta que el helado esté bien solidificado.

  Mantecar (opcional): Si deseamos una consistencia aún más cremosa, podemos sacar el helado del congelador cada 30 minutos durante las primeras 2 horas de congelación y mezclarlo enérgicamente con un tenedor para romper los cristales de hielo. Este paso es opcional pero recomendado para obtener un helado más suave.

  Servir: Antes de servir, dejamos reposar el helado a temperatura ambiente durante 5-10 minutos para facilitar su porcionado. Usamos una cuchara de helado para obtener bolas perfectas y servimos de inmediato. Podemos adornar con granos de café, virutas de chocolate o una pizca de cacao en polvo para un toque extra de sabor.

• Preparar el helado de café sin heladera es realmente sencillo y el resultado es sorprendentemente bueno. Esta receta te permitirá disfrutar de un helado cremoso y rico en sabor, perfecto para cualquier ocasión. ¡Pruébalo y sorprende a tus amigos y familiares con esta delicia hecha en casa!