Ensalada de verano con judías verdes, bolitas de mozzarella, tomates cherry, frijoles, rúcula y huevos cocidos: una comida completa, fresca y nutritiva, perfecta para los días calurosos e ideal para un almuerzo ligero, una cena informal o para llevar a la oficina, a la playa o para un picnic.
Condimentada simplemente con un buen aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta, esta ensalada es un himno a la frescura y la sencillez de la cocina veraniega. Es un plato que sabe a vacaciones, a ligereza, ideal para quienes buscan una comida completa sin sentirse pesados.
Ligera pero sustanciosa, es perfecta para una pausa de almuerzo refrescante, ya sea en casa o en la oficina. Siendo un plato frío y fácil de preparar con antelación, es perfecto para llevar a un picnic en el parque o un día en el lago.
Además, su presentación colorida la convierte en una excelente adición a cualquier buffet o aperitivo.
En resumen, la ensalada de verano con judías verdes, bolitas de mozzarella, tomates cherry, frijoles, rúcula y huevos cocidos es una solución práctica, sabrosa y saludable para enfrentar el verano con ligereza.
¿Os apetece probar a prepararla?
Veamos juntos cómo preparar la Ensalada de verano. Preparad los ingredientes que comenzamos.
Y si la probáis, no olvidéis hacerme saber en los comentarios en mi página de Facebook AQUÍ. Os espero.
Gabriella
Otras ensaladas deliciosas para probar:
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 200 g judías verdes (frescas)
- 10 tomates cherry
- 100 g bolitas de mozzarella
- 50 g frijoles blancos (cannellini)
- 80 g jamón (en cubitos)
- c.s. rúcula
- 2 huevos (cocidos)
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- sal
- 5 hojas lechuga
Herramientas
- 1 Olla
Pasos
En primer lugar, limpiad los judías verdes y lavadlos bien. Cocedlos en agua hirviendo durante unos 8-10 minutos, o hasta que estén tiernos, pero aún ligeramente crujientes (deben estar al dente). Escurridlos y pasadlos inmediatamente bajo agua fría corriente, para detener la cocción y mantener su color brillante. Dejadlos enfriar completamente.
Mientras tanto, poned los huevos en un cazo, cubridlos con agua fría y llevad a ebullición. Desde el momento del hervor, contad 9-10 minutos. Escurrid los huevos, pasadlos por agua fría y dejadlos enfriar.
Para enfriarlos más rápido, los dejo en el cazo cubiertos con agua, a la cual añado cubitos de hielo. Una vez fríos, peladlos y cortadlos en cuartos o rodajas.
Mientras tanto, lavad los tomates cherry y cortadlos a la mitad o en cuartos, dependiendo de su tamaño. Escurrid los frijoles cannellini (o de España) de su líquido de conservación y enjuagadlos bajo agua corriente. Lavad la rúcula, secadla suavemente; escurrid las bolitas de mozzarella.
En un plato para servir, colocad las hojas de lechuga y salpimentadlas ligeramente. En un bol, mezclad las judías verdes frías, los tomates cherry, los frijoles, las bolitas de mozzarella, el jamón en cubitos y la rúcula. Condimentadlos con un generoso chorro de aceite de oliva virgen extra, sal y, si os gusta, una pizca de pimienta negra. Colocadlos suavemente sobre las hojas de lechuga y añadid los huevos cocidos cortados y mezclad suavemente para combinar todos los ingredientes.
Servid de inmediato o dejad reposar en la nevera durante unos 30 minutos para que se mezclen bien todos los sabores. Aquí está la Ensalada de verano lista. ¡Buen provecho!
Hasta la próxima receta.
Conservación
Puedes conservar la Ensalada de verano en el frigorífico por 1 día, dentro de un recipiente hermético.
Consejos y Sugerencias
– Elige tomates cherry maduros y dulces, como los datterini o los cherry, que darán un toque de color y sabor. Córtalos a la mitad o en cuartos según su tamaño.
– Añade la rúcula solo al último momento, antes de servir, para preservar su frescura y su ligero sabor amargo.
– Condimento: un buen aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta y un poco de vinagre balsámico o jugo de limón son ideales. Puedes enriquecer con un poco de orégano seco o algunas hojas de albahaca fresca.
Variantes
Esta ensalada ya es rica, pero puedes personalizarla de muchas maneras:
– Con atún: añade atún en aceite bien escurrido para una versión más proteica y un sabor más decidido. Es un clásico que siempre funciona.
– Con maíz: para un toque extra de dulzura y color.
– Con aceitunas negras o verdes, sin hueso y cortadas en rodajas.
– Con un poco de cebolla roja de Tropea cortada finamente. Puedes ponerla a remojo en agua fría durante unos minutos para que sea más digerible.
– Verduras extra: zanahorias en juliana, pepinos en rodajas, o pimientos en tiras pueden añadirse para aumentar la variedad de texturas y sabores.
– Quesos alternativos: en lugar de las bolitas de mozzarella, puedes probar la feta desmenuzada para un sabor más decidido y salado, o cubos de queso fresco.
– Para un toque crujiente: croutons de pan tostado, semillas de girasol o de calabaza, o algunas almendras en láminas pueden añadir un agradable crujido.
– Con maíz: para un toque extra de dulzura y color.
– Con aceitunas negras o verdes, sin hueso y cortadas en rodajas.
– Con un poco de cebolla roja de Tropea cortada finamente. Puedes ponerla a remojo en agua fría durante unos minutos para que sea más digerible.
– Verduras extra: zanahorias en juliana, pepinos en rodajas, o pimientos en tiras pueden añadirse para aumentar la variedad de texturas y sabores.
– Quesos alternativos: en lugar de las bolitas de mozzarella, puedes probar la feta desmenuzada para un sabor más decidido y salado, o cubos de queso fresco.
– Para un toque crujiente: croutons de pan tostado, semillas de girasol o de calabaza, o algunas almendras en láminas pueden añadir un agradable crujido.
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