Los calabacines romaneses rellenos de carne con tomate, son sin duda un excelente plato, me atrevería a decir único, si se acompaña con carbohidratos como por ejemplo el simple pan.
Se cocinan rápidamente y se pueden consumir a temperatura ambiente: por lo tanto, ideales incluso en el período más caluroso.
Precisamente por eso, también son adecuadas para cenas de pie, un brunch e incluso para un picnic. A mí me encantan incluso frías, recién salidas del frigorífico.
Normalmente las cocino por la noche, porque al día siguiente están definitivamente más sabrosas y se pueden calentar si las prefieres calientes.
Sin embargo, ten cuidado de no poner demasiado pan en la mesa, porque la salsita obtenida es tan buena que te tentará.
Creo que los calabacines romaneses son la mejor variedad para esta receta, pero si no los encuentras, utiliza los que puedas conseguir.
Se trata de un tipo de calabacín que se puede encontrar en el mercado casi todo el año.
Si te gustan los calabacines, entonces no te pierdas las próximas recetas:
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano y Otoño
Ingredientes
- 6 calabacines romaneses grandes
- 350 g carne picada de res y cerdo
- 100 g queso parmesano
- 80 g pan seco
- 1 diente ajo
- 1 ramito perejil picado
- 1 huevo grande
- 400 g pulpa de tomate
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- c.s. sal
Herramientas
- 1 Sartén
- 1 Cuenco
- 1 Vaciador
Preparación
Vertemos la carne picada en un cuenco y la abrimos con las manos. Añadimos la sal, el ajo cortado en trozos bastante pequeños y el perejil picado.
También añadimos el queso parmesano, el pan rallado, el huevo, mezclamos bien todos los ingredientes y dejamos reposar mientras nos dedicamos a los calabacines.
Lavamos cuidadosamente los calabacines, los secamos y los cortamos en dos o tres partes según su longitud. Prefiero hacerlos en más trozos para que se cocinen más rápido, y también porque son más fáciles de manipular. Con un vaciador de calabacines eliminamos cuidadosamente el interior del calabacín, pero no tiramos el sobrante que nos puede ser útil para otras preparaciones.
Ponemos un diente de ajo dentro de una sartén antiadherente de bordes altos, y también añadimos los calabacines rellenos. Los doramos a fuego medio alto durante unos 8/10 minutos, dándoles la vuelta al menos una o dos veces, hasta que se hayan dorado un poco.
Vertemos encima la pulpa de tomate pero sin añadir más agua, ajustamos de sal, y removemos para distribuir bien el tomate. Cubrimos con la tapa y terminamos la cocción de esta manera.
Giramos de vez en cuando los calabacines y cocinamos a fuego medio durante unos 30 minutos.
Servimos nuestros calabacines romaneses rellenos de carne con tomate, muy calientes, a temperatura ambiente o incluso fríos del frigorífico durante los días más calurosos del año, porque en cualquier caso estarán deliciosos.
Consejos y variantes:
Puedes conservar los calabacines rellenos en el frigorífico durante al menos dos días, pero colócalos en recipientes con cierre hermético, ya sea de vidrio o cerámica.
Cuando decido prepararlos, me organizo para cantidades superiores a estas dosis, para poder conservarlos y sacarlos en momentos en los que sé que no tendré tiempo para cocinar.
Una vez cocidos, los divido en porciones y los congelo en recipientes apropiados: vidrio o acero.
Te recuerdo, como siempre, que descongeles los alimentos lentamente y dentro del frigorífico, nunca a temperatura ambiente.
Si no tienes espacio en el congelador, puedes ponerlos en conserva como se hace, por ejemplo, con los corazones de alcachofa en aceite.
Para un procedimiento hecho con total seguridad, te aconsejo leer mi artículo: Conservas caseras.
Para un procedimiento hecho con total seguridad, te aconsejo leer mi artículo: Conservas caseras.

