Parecen fáciles… ¡y lo son! Y además están buenísimos. Son mis calabacines fundentes, un acompañamiento sabroso y original aunque no muy ligero. Pero de vez en cuando está bien, ¿no? La cocción en el horno junto con los quesos los vuelve extremadamente atractivos incluso por la costra que se forma en la superficie. Un plato adecuado para cualquier ocasión que estoy segura gustará a todos.
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Hornillo, Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano y Otoño
Ingredientes para los calabacines fundentes
- 500 g calabacines (peso neto sin desperdicios)
- 1 cebollino
- 20 g mantequilla (+ la necesaria para la fuente de horno)
- 50 g gouda
- 50 g fontina
- 30 g Grana Padano rallado (o Parmesano)
- 100 ml nata líquida fresca
- sal
- pimienta negra
Herramientas
- 1 Cacerola con tapa
- 1 Bol pequeño
- 1 Tenedor
- 1 Fuente de horno
Preparación de los calabacines fundentes
Recortar los extremos de los calabacines, lavarlos, secarlos con papel de cocina y cortarlos en cuatro a lo largo. Luego reducirlos a trozos de aproximadamente 1 cm.
En una cacerola, derretir la mantequilla y dorar el cebollino picado finamente. Luego añadir los calabacines y saltearlos a fuego medio durante un minuto, removiendo continuamente.
Sazonar con sal y pimienta al gusto, luego bajar el fuego, tapar y continuar la cocción durante 10 minutos, removiendo de vez en cuando.
Mientras tanto, cortar el gouda y la fontina en dados. Si lo prefieres, puedes usar solo fontina.
Verter la nata en un bol pequeño, añadir 20 g de queso rallado y mezclar con un tenedor.
Cuando los calabacines estén listos, transferirlos a una fuente de horno ligeramente engrasada; añadir los dados de queso y verter la mezcla de nata por encima. Finalmente, espolvorear la superficie con el queso rallado restante. (10 g).
Cocinar los calabacines fundentes en horno estático precalentado a 180° durante unos diez minutos más unos momentos en función grill: al final deben resultar dorados y los quesos deben estar perfectamente fundidos.
Sacarlos del horno, dejarlos enfriar ligeramente y servirlos directamente de la fuente de cocción. ¡Disfruta! Paola
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