Tarta salada de calabacines y jamón cocido, mozzarella muy apetitosa, rica en sabor, cremosísima y fundente al mismo tiempo, y se prepara en poquísimos minutos.
La tarta con calabacines y jamón es una receta simple y sabrosa, ideal para una cena rápida en familia o con amigos. Las tartas saladas son siempre platos perfectos para «salvar la cena», se preparan en poco tiempo y son muy apreciadas por todos.
Con el buen tiempo se presta bien también para llevarla a la playa como almuerzo «de mar». Una receta sencilla y con pocos ingredientes que se adapta a muchísimas variantes, como te he escrito al final de la receta.
Es excelente también fría, especialmente si se quiere llevar en una excursión o servir como aperitivo en caso de amigos o cenas.
Para realizar este plato hemos cocinado los calabacines cortados en rodajas finas, pero si tenemos sobras podemos utilizarlas sin problemas: funcionan perfectamente los calabacines a la parrilla, cocidos en sartén o los calabacines trifolati, que se pueden reutilizar como relleno de la tarta salada.
Como masa he usado una brisé, pero va muy bien también la pasta-matta, aquí está la receta, o por falta de tiempo, usad las masas compradas. Os dejo también la receta de la pasta brisé. Excelente también con hojaldre. A vosotros la elección.
He usado el jamón cocido, pero podéis usar el embutido que más os guste, para la versión vegetariana no se pone.
Como queso fundente he usado mozzarella, pero podéis sustituirla por provolone o scamorza o con el queso que tengáis en la nevera a vuestra elección.
Esta tarta salada podrá ser cocida tanto en horno tradicional, estático o ventilado, como en freidora de aire: los tres métodos están descritos en la receta.
Venga, basta de hablar tanto, veamos qué nos hace falta para preparar la tarta.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 6 Personas
- Métodos de Cocción: Sartén, Horno eléctrico, Freidora de aire
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano y Otoño
Ingredientes
- 1 pasta brisée (redonda)
- 2 calabacines (grandes)
- 200 g mozzarella
- 150 g jamón cocido
- 3 huevos (medianos o 2 grandes)
- 50 g parmigiano
- 25 ml aceite de oliva virgen extra
- sal
- c.s. pimienta
Herramientas
- Fuente
- Sartén
- Cuenco
Pasos
Cortamos los extremos de los calabacines y luego los cortamos en rodajas finas para que la cocción sea bastante rápida.
(Si se hace con un cuchillo hay que tratar de hacerlas todas iguales para tener una cocción uniforme).
Se cocinan en sartén con un hilo de aceite a fuego moderado hasta que los calabacines estén semi cocidos, luego se salan, se mezclan, se apagan y se dejan enfriar.
Mientras tanto, desenrollad el rollo de masa brisé dejando debajo el papel de horno, colocadlo en un molde redondo de 24/26 cm para tartas saladas o quiches y dejadlo sobre la mesa listo.
Pinchad el fondo con los dientes de un tenedor.
Poned en un plato hondo los huevos, unid el parmigiano rallado y una pizca de sal y pimienta. Batidlos con la ayuda de un tenedor hasta que estén espumosos y fluidos.
Colocad en el fondo las lonchas de jamón cocido y luego la mozzarella cortada.
Apenas los calabacines estén cocidos y fríos, distribuidlos por encima, verted encima la mezcla de huevo y parmigiano y distribuidla por toda la superficie.
Cerrad los bordes de la masa hacia adentro.
Cocinad la tarta salada en horno ya caliente, en modo ventilado a 200°, durante unos 20-25 minutos o hasta que la masa haya alcanzado un bonito color dorado.
Si tenéis un horno estático, cocinad la tarta salada a 200° durante unos 30-35 minutos o hasta que la masa esté bien dorada.Si tenéis la freidora de aire, preparad la tarta salada en la cesta de la freidora, de la misma manera como se describe en la receta, luego cocinadla a 200°C durante unos 15-18 minutos, o hasta que los bordes de la masa se hayan dorado.
Sacad del horno y disfrutad de vuestra tarta de calabacines, jamón y mozzarella caliente o fría, según vuestros gustos.
Buen provecho.
Está demasiado buena.
Consejo
Servid la tarta de hojaldre con calabacines caliente y fundente: ¡recién salida del horno es una verdadera delicia! Es perfecta como aperitivo pero también como plato único para comidas y cenas rápidas.
Usad los calabacines frescos y firmes, son más dulces. Cuando son amargos, son demasiado viejos.
Puedes guardar la tarta salada de calabacines en la nevera durante 2 días.
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