Preparación

• Ponte un par de guantes desechables para no acabar con las manos y las uñas ennegrecidas.

  

• • corta y elimina los tallos;
  • arranca las brácteas o hojas externas más duras;
  • corta cada alcachofa en aproximadamente un tercio manteniendo el corazón y la parte inicial más tierna de las hojas y eliminando la parte terminal más dura de las hojas;
  • corta cada corazón por la mitad y elimina la pelusa interna con la ayuda de un cuchillo;
  • corta cada mitad en rodajas;
  • rocía las alcachofas con abundante zumo de limón para evitar que se oscurezcan.

• • en un cazo lleva a ebullición agua salada;
  • vierte las alcachofas limpias y cortadas en rodajas, añade el vino blanco y deja cocinar a fuego lento durante 10 minutos;
  • retira las alcachofas escaldadas;
  • colócalas en un bol y rocíalas nuevamente con abundante zumo de limón para que no se oscurezcan.

• En una sartén calienta una pizca de ajo en polvo.
  Evapora con una copita de vino blanco.

  Vierte las alcachofas en la sartén, mezcla y dora a fuego vivo durante 2-3 minutos.
  Rocía con zumo de limón.
  Añade una pizca de sal y una pizca de pimienta.

• Cocina la pasta, enjuágala bajo agua corriente y escúrrela.
  Mientras tanto calienta las alcachofas.

  Vierte la pasta en la sartén con el condimento y mezcla.
  Muele un poco más de pimienta, añade perejil picado y rocíalo con un chorro de aceite de oliva virgen extra.

  Emplata.
  Distribuye las escamas de queso.

  Tu pasta integral con alcachofas light está lista.

  ¡Buen provecho!

  

• Puedes añadir una fuente proteica a elegir entre:
  • queso en escamas;
  • bresaola, jamón crudo, speck;
  en la cantidad prevista por tu plan alimenticio y transformar la pasta integral con alcachofas light en un plato único que concentre las características que distinguen a una comida equilibrada en un solo plato.