Pasta al ragú napolitano: la receta tradicional

Un viaje al corazón de la tradición culinaria italiana: la Pasta al ragú napolitano.

Prepárate para vivir una experiencia sensorial inolvidable con la Pasta al ragú napolitano, una obra maestra gastronómica que encierra en sí la historia, la pasión y la autenticidad de la cocina campana. Este plato, emblema del domingo en familia y de las mesas festivas, no es simplemente un conjunto de ingredientes, sino una perfecta unión de sabores y aromas que conquista el paladar desde el primer bocado. El ragú napolitano, verdadero protagonista de esta receta, es un himno a la sencillez y a la bondad genuina. Nace de la paciente cocción de carne seleccionada, tomates frescos y un sofrito de verduras que desprende un aroma irresistible. Cada familia napolitana guarda celosamente su propia receta secreta, transmitida de generación en generación, para garantizar un sabor único e inconfundible. La elección de la pasta es fundamental para resaltar al máximo el ragú. Tradicionalmente, se utilizan los ziti o rigatoni, que con su forma estriada recogen el condimento de manera impecable, creando una explosión de sabor en cada bocado. Preparar la Pasta al ragú napolitano es un rito que requiere tiempo, dedicación y amor por la cocina. Cada gesto, desde la elección de los ingredientes hasta la cocción lenta y vigilante, es un acto de amor hacia su tierra y sus tradiciones.

Siguiendo esta receta transmitida, descubriréis los secretos para realizar un ragú napolitano impecable y preparar un primer plato que dejará a vuestros comensales sin palabras. Preparad vuestros delantales, encended los fogones e inmersión en la magia de la cocina napolitana con la Pasta al ragú: ¡un viaje de sabor que os conquistará!

Pasta al ragú napolitano: la receta tradicional
Pasta al ragú napolitano: ¡receta tradicional!
  • Dificultad: Muy fácil
  • Costo: Económico
  • Tiempo de reposo: 10 Minutos
  • Tiempo de preparación: 20 Minutos
  • Porciones: 4 Personas
  • Métodos de Cocción: Hervido, Cocción lenta, Cocina
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Primavera, Otoño, Todas las estaciones
1.111,28 Kcal
calorías por ración
Información Cerrar
  • Energía 1.111,28 (Kcal)
  • Carbohidratos 107,62 (g) de los cuales azúcares 8,93 (g)
  • Proteínas 65,16 (g)
  • Grasa 49,94 (g) de los cuales saturados 6,01 (g)de los cuales insaturados 6,46 (g)
  • Fibras 5,99 (g)
  • Sodio 1.403,37 (mg)

Valores indicativos para una ración de 345 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.

* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov

Ingredientes

  • 500 g costilla de ternera
  • 420 costillas de cerdo
  • 340 salchicha
  • 1 l puré de tomate
  • 150 g concentrado de tomate
  • 300 g cebolla dorada
  • 1 diente ajo
  • 50 g aceite de oliva virgen extra
  • 60 g vino tinto
  • 300 g agua
  • 4 g sal gruesa
  • 1 pizca pimienta negra
  • 380 g rigatoni (O ziti)

Herramientas

  • 1 Sartén de hierro
  • 1 Olla de barro

Pasos

  • Para empezar el ragú napolitano, dorad en sartén la carne mixta cortada en trozos y la salchicha de cerdo, hasta que esté dorada por todos lados. Si utilizas una sartén de hierro, obtendrás un sabor más intenso. Reserva la carne y procede con la preparación de la salsa de tomate. Mi abuela siempre añadía una pizca de guindilla a su ragú para hacerlo más picante, si te gusta el picante ¡puedes probarlo también tú!

  • Después de dorar la carne, es el momento de preparar el sofrito de cebolla. Utiliza una olla grande donde deberá cocinarse el ragú. Pica finamente la cebolla y añádela a la olla para sofreírla. Puedes sofreírla con un poco de aceite de oliva virgen extra o, para un sofrito más suave, utilizar agua y vinagre como alternativa. En cuanto la cebolla empiece a chisporrotear, añade la carne dorada anteriormente, unas hojas de laurel y mezcla bien para saborizar todo. Dejamos sofreír la cebolla y la carne durante unos minutos, removiendo de vez en cuando, para que los sabores se mezclen.

  • Una vez dorada la cebolla y la carne, es el momento de añadir los ingredientes que darán vida a la salsa del ragú.
    Vierte el vino en la olla y mezcla bien con la carne y la cebolla para evaporar el alcohol. Este paso conferirá al ragú un sabor más rico e intenso. Después, añade la salsa de tomate a la olla, preferiblemente puré de tomate de calidad. La cantidad dependerá de tus gustos y de la consistencia deseada para el ragú.
    Vierte el agua en la olla, mezclando bien, hasta cubrir completamente la carne. Esto permitirá una cocción uniforme y la liberación de sabores en la salsa.
    Para un sabor más intenso y un color rojo más atractivo, incorpora una o dos cucharadas de concentrado de tomate. Ajusta la cantidad según tus preferencias.

  • Una vez añadido el vino, la salsa de tomate, el agua y el concentrado de tomate, es el momento de cocinar el ragú a fuego lento. Sube el fuego y lleva la salsa a ebullición. Una vez alcanzada la ebullición, baja el fuego al mínimo y deja que hierva a fuego lento. Cubre la olla con una tapa entreabierta y deja cocinar el ragú a fuego lento durante al menos 4 horas. Durante la cocción, remueve de vez en cuando con una cuchara de madera para mezclar los sabores y evitar que la carne se pegue al fondo de la olla.
    Remueve con cuidado, prestando atención a mover la carne con delicadeza, para no romperla, especialmente la salchicha. Cuanto más tiempo cocine el ragú, más rico y sabroso será. Si tienes tiempo, puedes cocinarlo incluso durante 6-8 horas.
    Si la salsa resultara demasiado densa, puedes añadir un poco de agua durante la cocción.
    Para un sabor más intenso, puedes añadir una pizca de guindilla (opcional).
    Prueba el ragú de vez en cuando durante la cocción y ajusta los sabores con sal y pimienta

  • Una vez terminada la cocción del ragú napolitano, retiramos toda la carne de la salsa y la dejamos aparte. Filtramos la salsa para obtener una consistencia más lisa (opcional) y verificamos que no haya especias o trozos de hueso. La carne puede ser utilizada de varias maneras: desmenuzada y añadida a la pasta para un plato aún más rico, o servida aparte como segundo plato, acompañada de verduras frescas o patatas al horno. Elige la opción que prefieras según tus hábitos y los gustos de tu familia.

  • Finalmente, cocinamos la pasta (rigatoni, penne grandes u otro tipo al gusto) al dente. Escurrimos la pasta y la añadimos a la salsa aún caliente. Mezclamos enérgicamente para integrar bien la pasta con la salsa. Si es necesario, añadimos un cucharón de agua de cocción de la pasta para hacer la salsa más cremosa. La pasta debería estar bien condimentada con la salsa y ligeramente al dente. Añadir un toque de pimienta fresca recién molida: La pimienta fresca recién molida da un sabor más intenso al plato.

  • La pasta al ragú napolitano está lista para ser servida aún bien caliente para disfrutarla con tu familia. Decorar con hojas de albahaca fresca: Las hojas de albahaca fresca son una excelente decoración para el ragú napolitano y añaden un toque de aroma extra.
    Servir con queso rallado: El queso rallado es una adición opcional, pero que muchos aman para dar más sabor al ragú napolitano.
    Recuerdo todavía la primera vez que preparé el ragú napolitano en mi casa. Estaba un poco nervioso, porque quería que fuera perfecto como el de mi abuela. Seguí atentamente su receta y cociné el ragú durante horas a fuego lento. ¿El resultado? ¡Un ragú delicioso que conquistó a toda mi familia!
    Desde entonces, se ha convertido en uno de mis platos favoritos para preparar y compartir con las personas que amo. ¡Buen provecho de parte de DadCook!

Conservación del ragú napolitano:

En el frigorífico: El ragú napolitano puede ser conservado en el frigorífico por un máximo de 3 días. Una vez enfriado completamente, transfórmalo en un contenedor hermético. Asegúrate de eliminar el aire del contenedor antes de cerrarlo. No apiles los contenedores de ragú uno encima del otro, ya que el peso podría aplastarlos y hacer que la salsa se derrame. En el congelador: El ragú napolitano puede ser congelado por un máximo de 3 meses. Para congelarlo, deja enfriar completamente el ragú. Divídelo en porciones individuales o familiares. Transfiere las porciones a contenedores aptos para congelación o en bolsas para congelado. Etiqueta los contenedores o bolsas con la fecha de congelación. Descongela el ragú en el frigorífico o en agua fría antes de usarlo.

Consejos para la reanimación del ragú congelado: Descongela el ragú en el frigorífico o en agua fría. Una vez descongelado, el ragú puede ser recalentado a fuego lento en la cocina o en el microondas. No cocines en exceso el ragú descongelado, de lo contrario podría secarse. Si el ragú es demasiado denso, puedes añadir un poco de agua o caldo para diluirlo.

Vino para acompañar el ragú napolitano:

El ragú napolitano es un plato rico y sabroso, con un aroma intenso y un sabor decidido. Por esta razón, es importante elegir un vino tinto estructurado capaz de equilibrar los sabores del plato y resaltarlos al máximo. Aquí algunos vinos tintos campanos que se combinan perfectamente con el ragú napolitano: Aglianico: El Aglianico es un vitigno autóctono de Campania que produce vinos tintos corpulentos y tánicos, con aromas de fruta oscura, especias y regaliz. Un Aglianico del Taburno o del Vulture sería una excelente combinación con el ragú napolitano. Taurasi: El Taurasi es un DOCG producido con uvas Aglianico cultivadas en las laderas del Monte Vesubio. Es un vino tinto potente y complejo, con aromas de fruta madura, tierra y pimienta negra. El Taurasi es un acompañamiento perfecto para un ragú napolitano rico y sabroso.

DOCG producido con uvas Aglianico, Piedirosso y Sciascinoso. Es un vino tinto elegante y refinado, con aromas de flores, fruta roja y especias. El Falerno del Massico es un acompañamiento ideal para un ragú napolitano más delicado y refinado. Además de los vinos campanos, hay también algunos vinos tintos de otras regiones italianas que pueden acompañar el ragú napolitano: Barolo: El Barolo es un DOCG producido con uvas Nebbiolo en el Piamonte. Es un vino tinto robusto y complejo, con aromas de rosa, alquitrán y trufa. El Barolo es una excelente combinación con un ragú napolitano envejecido o con carne de caza. Brunello di Montalcino: El Brunello di Montalcino es un DOCG producido con uvas Sangiovese en Toscana. Es un vino tinto elegante y estructurado, con aromas de cereza, violeta y cuero. El Brunello di Montalcino es una combinación perfecta con un ragú napolitano con setas o trufa. En definitiva, la elección del vino para acompañar el ragú napolitano es una cuestión de gustos personales. Sin embargo, los vinos tintos campanos que mencioné arriba son todos una excelente elección y no os decepcionarán.

Último consejo:

Cuando elijas un vino para acompañar el ragú napolitano, asegúrate de que sea un vino tinto con buen cuerpo y taninos. Los taninos del vino ayudarán a equilibrar las grasas del ragú y a limpiar el paladar.

Buen provecho

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dadcook

Soy un apasionado de la cocina y un profesional, y en este blog comparto mis recetas, fruto de años de experiencia y experimentación. Desde las recetas clásicas de la tradición italiana hasta creaciones más innovadoras, mi objetivo es hacer que la cocina sea accesible para todos, estén donde estén.

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