La Simmental casera es realmente un excelente plato frío, para disfrutar casi todo el año: desde la primavera hasta el otoño. Se trata de una receta que requiere un poco de paciencia, pero ninguna habilidad en la cocina.
Utilizando la olla a presión también se ahorra mucho en tiempo y dinero, porque los tiempos de cocción se reducen significativamente. Pero si no tenéis una, no hay problema porque solo llevará más tiempo en la cocción, mientras que el procedimiento permanecerá inalterado.
Definitivamente más saludable que la industrial que encontramos en los estantes de los supermercados, porque obviamente no contiene aditivos químicos y mucho menos conservantes. Después de años de pruebas, logré acercarme de manera increíble a su sabor original, preparándola solo con ingredientes naturales. Digámoslo claramente, la Simmental no es más que un caldo concentrado, donde los muchos tendones con los que se cuece la carne, producen una especie de gelatina que no tiene nada que ver con la gelatina animal.
Para aquellos que quieran resolver cualquier duda sobre la olla a presión, e incluso empezar a utilizarla, os aconsejo leer mi artículo: La olla a presión y su uso
Si amáis la olla a presión, os dejo los enlaces de algunas recetas:
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 2 Horas
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: para 4 personas
- Métodos de Cocción: Olla a presión
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano y Otoño
Ingredientes
- 600 g músculo de ternera
- 250 g tendones de ternera/ternero
- 1 l agua
- c.s. sal
- 1 zanahoria
- 1 rama apio
- 1 cebolla
- 1 cucharadita abundante de mejorana
- 1 cucharadita abundante de concentrado de tomate
- 2 zanahorias medianas
- 1 huevo grande
Herramientas
- 4 Moldes
- 1 Olla a presión
- Bol
- Espátula
- Colador
- Film transparente
Cómo se prepara la Simmental casera
Colocamos la carne dentro de la olla a presión (para facilitar la cocción podemos cortarla en trozos), junto a los tendones, las verduras de base después de haberlas limpiado y pelado, pero dejadas enteras.
Añadimos el concentrado de tomate, la mejorana toda el agua necesaria, la sal y mezclamos lo que podamos.
Cerramos la olla con la tapa de cierre hermético, ponemos al fuego a llama alta y tan pronto como oigamos un fuerte silbido, bajamos al mínimo dejando cocinar por aproximadamente una hora y media. Mientras la carne se cocina, hervimos un huevo, las zanahorias y tan pronto como estén listos, enfriamos bien primero a temperatura ambiente y luego en el frigorífico. Una vez terminado el tiempo necesario, apagamos y dejamos enfriar o al menos entibiar. Ponemos la carne en un bol grande, con bordes altos y con las manos desmenuzamos lo más que podamos. Finalmente, colamos el líquido de cocción encima.
Si utilizamos el método de cocción tradicional, tan pronto como empiece a hervir bajamos el fuego y calculamos aproximadamente tres horas de cocción o en cualquier caso comprobamos hasta que la carne esté blanda.
En este punto cortamos tanto los huevos duros como las zanahorias y forramos nuestros moldes. Suelo poner el huevo en el fondo y forrar las paredes con las zanahorias, pero también podemos evitar todo esto, porque la bondad de la receta no está en la decoración. De hecho, suelo prepararlas de esta manera, solo cuando decido servir la Simmental a mis invitados. Distribuimos ahora en igual medida la carne en los moldes mezclada con el líquido y terminamos con una capa de líquido más.
Cubrimos con film transparente y ponemos a enfriar en el frigorífico por al menos dos horas. Sacamos la Simmental al menos media hora antes de servirla, para que alcance la temperatura adecuada para disfrutarla. Despegamos delicadamente la carne de los bordes del molde con la ayuda de una espátula y la volteamos directamente sobre un plato.
Servimos nuestra Simmental casera, acompañándola con las verduras que prefiramos, crudas o cocidas irán seguramente bien.
Consejos y conservación:
Podéis conservar la Simmental en el frigorífico por al menos tres días, pero cerrada herméticamente en un recipiente o en sus propios moldes de acero.
Os recomiendo evitar tanto el aluminio como el plástico, porque liberarían sustancias químicas.
También es posible congelarla, tanto con como sin decoraciones.
Recordad descongelarla lentamente en el frigorífico, para que no sea atacada por bacterias que puedan hacerla nociva para nuestra salud.
Suele ser mi costumbre preparar la Simmental el día anterior, así estoy seguro de que se ha solidificado bien.

