Los calabacines rallados salteados en sartén son un plato realmente rápido de preparar: en media hora obtendrás un acompañamiento realmente sabroso con poquísimos ingredientes: ajo y aceite. Según tus gustos, también puedes enriquecerlos con una pizca de pimienta o guindilla. En mi caso, prefiriéndolos más delicados, siempre añado unas hojas de menta fresca o de menta romana. He realizado esta receta con los calabacines romanos, primero porque viviendo en Roma, encuentro sobre todo estos. Pero la razón principal es que son más firmes, poco aguados y de sabor dulce y decidido. Cocinados de esta manera, son óptimos también para los rellenos, sobre todo los de los bocadillos: pruébalos combinados con quesos blandos, untables, porque se vuelven deliciosísimos.
Si te gustan los calabacines, entonces no debes perderte las próximas recetas:
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 1 kg calabacines romanos
- 1 diente ajo
- 4 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- a gusto sal y guindilla
- a gusto menta o menta romana
Herramientas
- Rallador
- Cuenco
- Sartén
Cómo preparar los calabacines rallados salteados en sartén
Primero, organiza tu espacio de trabajo, con todos los ingredientes ya dosificados, para tener todo a mano.
Pela dos dientes de ajo, córtalos en trocitos y ponlos en un cuenco.
Limpia, lava y seca los calabacines, para eliminar el exceso de agua, y rállalos utilizando los agujeros más grandes de tu rallador.
Pon a dorar el ajo en una sartén antiadherente, junto con cuatro cucharadas de aceite, pero también con un poco de guindilla si lo prefieres.
En este punto, añade también los calabacines rallados, pero solo después de haberlos exprimido un poco para evitar que se forme demasiada agua en la sartén y se hiervan.
Ajusta de sal y mezcla bien.
Cocina a fuego medio-alto, durante unos veinte minutos, pero continuando siempre a mezclar, para que no se peguen a la sartén y se quemen.
Transcurrido este tiempo, apaga y colócalos en un plato de servir.
Sirve tus calabacines rallados salteados en sartén, tanto muy calientes como a temperatura ambiente. Son óptimos también para preparar deliciosos bocadillos.
Consejos, variantes y conservación:
Puedes conservarlos por unos días, pero obviamente en el frigorífico y dentro de un contenedor de vidrio o cerámica con cierre hermético.
Si no te gustan los calabacines, prueba el mismo procedimiento con zanahorias, serán igualmente excepcionales.
Prefiero los calabacines romanos, pero si no puedes encontrarlos, puedes preparar esta receta también con otros tipos.
Prefiero los calabacines romanos, pero si no puedes encontrarlos, puedes preparar esta receta también con otros tipos.

