Chuletas de lomo de cerdo empanadas y fritas: la receta perfecta.
¿Sueñas con una chuleta de lomo de cerdo crujiente por fuera y jugosa por dentro? Con esta receta fácil y rápida, podrás obtener un segundo plato perfecto para toda la familia. El lomo de cerdo es un corte de carne tierno y sabroso que se presta muy bien para ser empanado y frito. El empanado, dorado y crujiente, crea un contraste irresistible con la suavidad de la carne. En esta receta, te explicaré paso a paso cómo preparar las chuletas de lomo de cerdo perfectas. También te daré algunos consejos para obtener un empanado crujiente que no se desprenda durante la cocción.
¿A qué esperas? ¡Ponte a cocinar y prueba esta deliciosa receta!
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 5 Minutos
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Fritura
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
- Energía 423,70 (Kcal)
- Carbohidratos 16,57 (g) de los cuales azúcares 1,40 (g)
- Proteínas 28,95 (g)
- Grasa 26,29 (g) de los cuales saturados 12,95 (g)de los cuales insaturados 15,82 (g)
- Fibras 1,08 (g)
- Sodio 611,74 (mg)
Valores indicativos para una ración de 130 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.
* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov
Ingredientes
- 600 g lomo de cerdo
- 3 huevos
- 150 g pan rallado
- 150 g mantequilla clarificada
- 1 pizca sal fina
- c.s. harina
Herramientas
- 1 Tabla de cortar
- 1 Cuchillo
- 1 Sartén Riess
Pasos
Primero, es importante limpiar el lomo del exceso de grasa. El exceso de grasa puede hacer que la carne sea grasosa y pesada. La grasa puede quemarse durante la cocción, dando a la carne un sabor desagradable. Eliminando el exceso de grasa, se obtendrá una carne más magra y sabrosa. Ten cuidado de no quitar demasiada grasa, porque la carne puede volverse demasiado seca durante la cocción.
Después de haber eliminado el exceso de grasa, corta el lomo en rodajas de aproximadamente un centímetro si prefieres un bocado suave y sabroso, o más finas si buscas una textura más crujiente.
Ahora que has cortado las rodajas de lomo, envuelve cada rodaja en film transparente o en papel de horno. Golpea la carne con suavidad usando un mazo liso, hasta obtener un grosor uniforme de aproximadamente 1 centímetro. Golpea la carne con golpes ligeros y regulares para ablandarla y tiernizarla.
De esta forma, tu lomo será más suave y sabroso para disfrutar.
Pasa cada rodaja de lomo , cortada y golpeada anteriormente con un mazo, por la harina, asegurándote de eliminar el exceso de harina con las manos.
Luego, pasa cada rodaja de lomo ya enharinada por el huevo batido con una pizca de sal y, si lo deseas, con un poco de queso Grana Padano rallado.
Por último, después de haberlas pasado primero por la harina y luego por el huevo, pasaremos las rodajas de lomo por el pan rallado y las reservaremos hasta haberlas empanado todas. También podemos colocarlas en un plato una encima de la otra, después de haberlas empanado.
Fríe las chuletas. La mejor manera de freírlas es usar mantequilla clarificada, pero si no tienes mantequilla clarificada, puedes usar mantequilla normal, pero es importante: Derretir la mantequilla a fuego bajo para evitar que se queme. No freír a temperaturas demasiado altas.
Tan pronto como la mantequilla se haya derretido, coloca cuidadosamente las chuletas en la mantequilla y comienza a freír a fuego medio-bajo durante 5-7 minutos por cada lado, dependiendo del grosor de la carne. Si deseas obtener un empanado aún más crujiente, puedes freír las chuletas un minuto más por cada lado.
Al final, después de haberlas frito todas, pon las chuletas a escurrir el exceso de aceite en papel absorbente. Cuando estén bien secas, sálalas para evitar que la humedad de la sal las ablande. Salar la carne cuando aún está demasiado caliente, la sal puede atraer el agua a la superficie y hacer que la carne se vuelva blanda. Por esta razón, es recomendable salar las chuletas solo cuando estén bien secas.
Y aquí tienes ¡tus chuletas de lomo de cerdo empanadas y fritas listas para disfrutar! Disfrútalas aún calientes, acompañándolas con patatas fritas o con una guarnición de tu elección. ¡Buen provecho de parte de DadCook!
Consejos para un empanado perfecto que no se desprenda:
Para obtener un empanado perfecto que no se desprenda durante la cocción, sigue estos simples consejos: Seca bien la carne: antes de empanarla, asegúrate de que la carne esté bien seca. Si está húmeda, el empanado no se adherirá bien. Presiona bien el empanado: después de haber pasado la carne por el empanado, presiona bien con las manos para que se adhiera. No gires las chuletas demasiado a menudo: deja que las chuletas se cocinen durante un par de minutos por cada lado antes de girarlas. Escurre las chuletas en papel absorbente: después de haberlas frito, escurre las chuletas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Añade una pizca de sal al empanado: esto favorecerá la adhesión.
Si quieres un empanado aún más crujiente: puedes dejar reposar las chuletas en el frigorífico durante 30 minutos antes de freírlas.
¡Con estos consejos, podrás obtener chuletas de lomo de cerdo con un empanado crujiente e irresistible!
¡Con estos consejos, podrás obtener chuletas de lomo de cerdo con un empanado crujiente e irresistible!
Vino para acompañar
Vino para acompañar a las chuletas de lomo de cerdo empanadas y fritas: Las chuletas de lomo de cerdo empanadas y fritas son un segundo plato sabroso y crujiente. Para acompañar este plato, es recomendable elegir un vino blanco o tinto fresco y ligero, con una buena acidez para contrarrestar la grasa de la carne.
Aquí tienes algunos consejos:
Vino blanco: Vermentino: un vino ligur con notas de cítricos, flores blancas y almendras.
Soave: un vino veneciano con notas de manzana verde, melocotón blanco y pedernal.
Fiano di Avellino: un vino campano con notas de flores amarillas, frutas tropicales y mineralidad.
Vino tinto:
Pinot Nero: un vino versátil con notas de frutos rojos, especias y vainilla.
Sangiovese: un vino toscano con notas de cereza, ciruela y tabaco.
Nero d’Avola: un vino siciliano con notas de frutos negros, chocolate y regaliz.
Otros consejos: Si prefieres un vino rosado, puedes probar un Chiaretto di Bardolino o un Cerasuolo d’Abruzzo. Si las chuletas están acompañadas de una guarnición de verduras, puedes elegir un vino blanco más aromático, como un Sauvignon Blanc o un Riesling. Si las chuletas están acompañadas de una guarnición de patatas fritas, puedes elegir un vino tinto más corpulento, como un Barbera o un Nebbiolo.
En definitiva, la elección del vino depende de tus gustos personales y del tipo de guarnición que acompañe a las chuletas. ¡Buen provecho!

