Consejos

Si queréis preparar con antelación la lasaña con jamón cocido, podéis congelarla tanto cocida (obviamente fría) como cruda. Personalmente, prefiero congelarla cocida, luego solo tendréis que sacarla la noche anterior y pasarla por el horno caliente hasta que esté bien caliente; veréis que estarán como recién hechas.

O podéis prepararlas por la noche, ponerlas crudas en la nevera y cocerlas al día siguiente justo antes de la comida.

Si os gusta, podéis añadir al relleno una mozzarella cortada en cubitos.

Para un sabor más intenso, podéis sustituir la ricotta de vaca por la de oveja.