Las lasañas con calabacines, speck y queso son una alternativa deliciosa que no tiene nada que envidiar a la versión clásica.
¡Con la promesa de ser tan fáciles de preparar que todos pueden hacerlas!
Parece una receta elaborada, pero en realidad se hace con pocos y sencillos pasos. ¡Y quien pruebe estas lasañas quedará cautivado!
Se pueden preparar con antelación, y por eso son un plato aliado para quienes prefieren charlar en la mesa que estar en la cocina.
Una vez listas, se pueden calentar y llevar a la mesa en pocos minutos.
No solo eso: pueden convertirse en una receta para vaciar la nevera usando un embutido y un queso diferentes.
Se empieza salteando los calabacines en la sartén. Se prepara el clásico sofrito con aceite y ajo, se añaden los calabacines cortados finos… ¡Y en unos diez minutos el trabajo está hecho!
Con los calabacines listos, ya se pueden montar las lasañas. Yo usé las frescas que se compran en la nevera del supermercado, no necesitan ser escaldadas y se cocinan en el horno en pocos minutos.
Se alternan capas de lasaña, calabacines, speck, bechamel y mucha mozzarella; el horno luego hará el resto de la magia. ¡Llevaremos a la mesa unas lasañas sabrosas y humeantes!
En cuanto a la bechamel, la podemos hacer en casa o, para hacer la receta aún más rápida, usar la ya preparada.
También te dejo la receta de la bechamel light y la que es sin gluten.
En resumen, estas lasañas son realmente accesibles para todos, ¡incluso para los menos expertos en la cocina!
Estas lasañas, en su extrema simplicidad, son un plato muy sabroso. Por lo tanto, perfecto también para el almuerzo del domingo.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 10 Minutos
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 4/6
- Métodos de Cocción: Horno, Estufa
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la Lasaña con calabacines y speck
- 320 g lasaña al huevo (frescas o secas)
- 700 g calabacines
- 150 g speck
- 150 g provola ahumada (o mozzarella)
- c.s. queso parmesano
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta
- 800 leche
- 80 g mantequilla
- 80 g harina
- c.s. nuez moscada
- sal
Herramientas
- Sartén
- Fuente para horno
- 2 Cazuelas
- Batidor de mano
Pasos para la Lasaña con calabacines y speck
Lavamos y secamos los calabacines y los cortamos en trozos.
En una sartén grande doramos un diente de ajo en un poco de aceite de oliva, luego añadimos los calabacines y los dejamos dorar un par de minutos.
Los dejamos cocinar solo unos minutos.
Basta poco porque las verduras deben quedar crujientes y de un color verde vivo.
Ajustamos de sal y las dejamos enfriar un poco.
Para preparar la bechamel casera, primero calentamos la leche en un cazo.
En otro cazo aparte, derrite la mantequilla a fuego lento teniendo cuidado de que no se queme.
Baja el fuego al mínimo, añade la harina tamizada y mezcla rápidamente hasta obtener una crema de color avellana, el llamado roux, es decir, el compuesto que sirve como base ligante.
Añade la leche caliente y mezcla con una batidora de mano hasta que obtengas una consistencia espesa; añade la sal y una pizca de nuez moscada rallada.
¡La bechamel está lista!
Corta el speck en rodajas pequeñas y la scamorza en cubos.
(Podemos sustituir el speck por panceta o jamón cocido, lo mismo para la scamorza, va muy bien también la mozzarella o el queso que más te guste).
Ahora empezamos a montar la lasaña, poniendo en la base de la bandeja un poco de bechamel, luego la pasta, los calabacines, el speck y la scamorza, vierte un poco de bechamel y de nuevo la pasta.
Obviamente, entre capa y capa una buena espolvoreada de queso rallado.
Continúa con estas capas hasta terminar los ingredientes y termina con calabacines, scamorza y bechamel.
Sé generoso con una buena espolvoreada de queso rallado.
Cocina en el horno, ya caliente y estático, a 200° durante 30 minutos.
Los últimos 5 minutos enciende el grill para dar un poco de gratinado.
Sirve tu Lasaña de Calabacines, Speck y Scamorza bien caliente.
Buen provecho.
Consejos
Puedes preparar la bechamel con antelación y guardarla en un recipiente hermético durante 1-2 días en el refrigerador; si cuando la retomes está demasiado espesa para tu uso, bastará con añadir un poco de leche para suavizarla.
La bechamel se puede congelar, es necesario prepararla, esperar a que se enfríe y luego guardarla en recipientes herméticos adecuados para el congelador.
Si no tienes recipientes, puedes utilizar bolsas de congelación bien cerradas. La salsa, a partir de ese momento, tendrá una duración máxima de 1 mes para el consumo.
Para usarla, solo debes sacarla del congelador unas horas antes de cocinar y dejarla descongelar en el refrigerador o a temperatura ambiente.
De esta manera, la bechamel estará lista para ser utilizada en tus creaciones culinarias.
Notas y Curiosidades
Para obtener una bechamel sin grumos, debes dosificar la mantequilla y la harina en cantidades exactamente iguales.
Te recomiendo usar leche fresca entera por su sabor intenso y cremoso.
Puedes usar leche parcialmente desnatada, lo importante es que sea fresca.
Si se forman grumos, deja que la bechamel se enfríe a temperatura ambiente y pásala por un colador.
Si la bechamel queda demasiado densa, casi como un pudín, puedes calentarla a fuego bajo en una sartén y añadir, mezclando delicadamente, un poco de leche.
Finalmente:
Para obtener un resultado impresionante, utiliza solo ingredientes frescos y de calidad. Elige calabacines de tamaño medio/pequeño.
A mi parecer, el calabacín es la reina de la cocina, he realizado varias recetas con calabacín porque es una verdura fantástica, rica en fibra y con un sabor muy dulce.
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FAQ (Preguntas y Respuestas)
Mi bechamel sigue teniendo grumos. ¿Qué hago?
Mantén el fuego bajo y sigue removiendo sin parar, verás que no se formarán grumos. Te recomiendo mezclar bien con un batidor de mano. Si persisten, usa un mezclador de inmersión cuando esté tibia.
¿Puedo usar leche semidesnatada de larga duración en lugar de fresca y entera?
Puedes usarla, pero el resultado no será el mismo, la leche fresca te garantizará un mejor resultado.

