Callos a la romana. Rústicos, sabrosos y ricos en condimento, una verdadera delicia que te hará mojar pan al final de la comida.
Una receta tradicional que lleva a la mesa sabor, calidez y buen humor. Un plato ideal para la temporada fría, que requiere su tiempo de preparación, pero que no es nada complicado de hacer.
Se trata de la exaltación de la cocina pobre, esa que por suerte nunca pasa de moda.
La receta de los Callos a la romana es un poco larga, pero no temas, esto no significa que sea difícil, sígueme paso a paso durante toda la preparación y verás que todo resultará realmente fácil.
Solo tienes que prestar atención durante la cocción, que no se seque demasiado, pero verás que todas estas pequeñas precauciones harán la diferencia.
Los ingredientes que caracterizan a los callos a la romana son el queso pecorino romano y la menta.
La tradición romana y laziale en general, quiere que estos dos ingredientes se añadan en las fases iniciales de la cocción de los callos. Dado que hoy en día la cocina se ha convertido en pura innovación, podemos añadir estos dos ingredientes al final de la preparación.
En mi casa cuando los cocino siempre preparo un poco más para el bis que siempre se pide.
Los callos a la romana son un plato de confort para servir bien caliente, acompañado de una buena rebanada de pan casero.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4/6
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera
Ingredientes para los Callos a la romana
- 1 kg callos de vacuno (mixto)
- 350 ml puré de tomate (o tomates pelados)
- Medio guindilla (opcional)
- Media apio (tallo)
- zanahoria (1)
- 1 cebolla
- 100 ml vino blanco seco
- 1 diente ajo
- 100 g queso pecorino romano
- c.s. menta
- sal
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- pimienta
Herramientas
- Cacerola
- Tapa
- Tabla de cortar
- Cuchillo
- Cucharas de madera
Pasos para los Callos a la romana
Corta la guindilla por la mitad, a lo largo, y quítale las semillas internas.
Limpia el ajo. En una olla de fondo ancho coloca el aceite y dora la guindilla y el ajo.
(Deja el ajo entero que luego se quita cuando esté dorado). (Si no te gusta la guindilla puedes no ponerla, y ajustar con pimienta en su lugar).
Mientras tanto, pela y pica la cebolla, el apio y las zanahorias; añade las verduras al ajo picado y dora durante unos minutos a fuego medio.
Corta los callos en tiras de aproximadamente 1 cm de ancho y 5 cm de largo; cuando las verduras estén bien doradas, añade los callos y sube el fuego.
Cocina hasta que se evapore completamente el agua que soltarán los callos.
Desglasa con el vino blanco, deja que se evapore y añade el puré de tomate; ajusta de sal.
(Con la sal sé cauteloso).
(Yo he usado el puré de tomate, pero también va bien el tomate pelado).
Cocina a fuego lento, con una tapa, durante al menos 1 hora, controlando y mezclando de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo.
Si es necesario, añade un poco de agua justo para llevar los callos a la cocción.
Una vez que los callos tengan una consistencia tierna, retira la tapa y deja que la salsa se espese bien.
Apaga el fuego, añade la menta rota con las manos y el pecorino romano rallado, luego mezcla y ajusta eventualmente de sal y pimienta.
Sirve los callos a la romana acompañados de unas buenas rebanadas de pan y queso pecorino rallado de acompañamiento
Buen provecho.
Consejos
Yo he usado el puré de tomate, pero si lo prefieres, puedes aplastar los tomates pelados a mano en un tazón aparte y luego añadirlos a los callos.
Los callos son un plato muy rico desde el punto de vista nutricional, rico en proteínas y con poca grasa.
Si te gustan los sabores aún más intensos, puedes añadir 100 g de panceta o de guanciale al sofrito.
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Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿No tengo vino blanco?
Puedes sustituir el vino blanco con vino tinto: harás que el resultado final sea más corpulento y más colorido.
¿Por qué me cuesta digerirlo?
Es bueno recordar que su poca digestibilidad a menudo se debe a la abundancia de condimento y a las especias que se utilizan normalmente para prepararlo.
¿Qué callos me recomiendas?
La receta original de la variante romana prevé el uso de callos de ternera en lugar de los de res.

