La carbonara es un plato típico de la cocina italiana, preparado con espaguetis, guanciale, huevos y pecorino romano. Es un plato rico y sabroso, pero no siempre adecuado para todos, especialmente para los niños pequeños que aún no pueden comer guanciale o panceta. Por suerte, existe una variante vegetariana de la carbonara que puede disfrutar incluso los más pequeños: la carbonara de calabacines. La carbonara de calabacines es un plato nutritivo y completo, que proporciona al cuerpo proteínas, carbohidratos, vitaminas y sales minerales. Es una excelente alternativa a la clásica carbonara, para probar al menos una vez. Además, esta carbonara de calabacines es un plato sin sofrito porque los calabacines se rehogan en agua y vinagre o vino blanco y también es adecuado para niños pequeños que aún no pueden comer guanciale o panceta. Los calabacines, de hecho, son un alimento hipoalergénico y fácilmente digerible, adecuado incluso para niños con problemas digestivos.
Cocinar los calabacines en agua y vinagre o vino blanco hasta que estén suaves, aproximadamente 10 minutos.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 2 Minutos
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Hervido
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
- Energía 356,81 (Kcal)
- Carbohidratos 33,11 (g) de los cuales azúcares 0,56 (g)
- Proteínas 16,70 (g)
- Grasa 17,65 (g) de los cuales saturados 7,79 (g)de los cuales insaturados 4,33 (g)
- Fibras 2,68 (g)
- Sodio 1.784,67 (mg)
Valores indicativos para una ración de 287 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.
* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov
Ingredientes
- 400 g pasta (A elegir)
- 300 g calabacín
- 5 yemas
- 100 g pecorino
- 1 pizca pimienta negra
- 2 g sal gruesa
- c.s. vino blanco (Para rehogar los calabacines)
- 4 cucharadas aceite de oliva virgen extra (En crudo)
Herramientas
- 1 Olla
- 1 Cuenco
Pasos
Pon el agua a hervir para la pasta y mientras tanto corta los calabacines sin pelarlos en rodajas o cubitos, al gusto, después de lavarlos bien bajo el agua corriente.
Rehoga los calabacines en una sartén antiadherente con medio vaso de vino blanco o agua, una cucharadita de vinagre y una pizca de sal. Cocina a fuego medio-alto hasta que los calabacines estén suaves y los líquidos se hayan absorbido por completo. (Aparta y limpia la sartén)
En cuanto la pasta esté cocida, escúrrela al dente y viértela en una sartén limpia junto con los calabacines rehogadas. Deja saltear por unos minutos, justo el tiempo para saborizar. Mientras tanto, en un bol, bate las yemas con el pecorino rallado y una pizca de pimienta.
Mientras tanto, en un bol, bate enérgicamente las yemas con el pecorino rallado y una pizca de pimienta negra molida. La mezcla debe resultar seca y pegajosa.
Mezcla la pasta, los calabacines y la crema fuera del fuego, o sobre la olla del agua de la pasta mantenida apagada durante 3-5 minutos después de escurrir la pasta con un cucharón. Si no has usado huevos muy frescos, esta operación pasteuriza los huevos.
Una vez mezclados todos los ingredientes, la pasta debe ser cremosa y bien integrada. Si es necesario, puedes añadir un poco de agua de cocción de la pasta para obtener la cremosidad deseada.
La carbonara de calabacines está lista para ser disfrutada, aún bien caliente. A gusto, puedes añadir una pizca de pimienta negra y queso pecorino rallado.
¡Buen provecho de parte de DadCook!
Vino para acompañar:
La carbonara de calabacines es un plato cremoso y sabroso, con un buen equilibrio entre dulzura y sapidez. El vino ideal para acompañar debe ser capaz de realzar estos sabores sin eclipsarlos. Una opción posible es un vino blanco de buena estructura, con un poco de acidez, como un Orvieto DOC o un Grechetto. Estos vinos tienen un buen equilibrio entre acidez y sapidez, que ayuda a equilibrar el sabor cremoso de la carbonara de calabacines. Otra opción es un vino tinto ligero, con taninos suaves, como un Merlot friulano. Estos vinos tienen un sabor afrutado y floral que combina bien con el sabor de los calabacines.
En definitiva, la elección del vino para acompañar a la carbonara de calabacines depende de los gustos personales. Si se prefiere un vino blanco, se puede optar por un vino de buena estructura, con un poco de acidez. Si se prefiere un vino tinto, se puede optar por un vino ligero, con taninos suaves.
A continuación, algunas propuestas específicas de vinos para acompañar a la carbonara de calabacines:
Vinos blancos: Orvieto DOC, Grechetto, Verdicchio dei Castelli di Jesi, Frascati.
Vinos tintos:
Merlot friulano, Pinot noir, Barbera d’Asti, Dolcetto d’Alba.
Naturalmente, el maridaje vino-comida es una cuestión de gusto personal. Siempre es recomendable probar diferentes combinaciones para encontrar la que más te guste.
FAQ (Preguntas y Respuestas)
¿Puedo usar calabacines redondos para hacer la carbonara de calabacines?
Claro, puedes usar calabacines redondos para hacer la carbonara de calabacines. Los calabacines redondos tienen un sabor más delicado en comparación con los calabacines largos, por lo que es posible que la carbonara de calabacines tenga un sabor ligeramente más suave. Sin embargo, la receta seguirá siendo buena y cremosa. Lo más importante es elegir calabacines frescos y firmes. Los calabacines demasiado maduros serán más acuosos y harán que la carbonara sea menos cremosa.

