El Limoncello es un licor elaborado con pocos y simples ingredientes: cáscaras de limón, alcohol, agua y azúcar. Tradicionalmente se prepara con limones de la variedad Femminiello Sorrentino, conocido también como limón ovalado de Sorrento IGP, una variedad caracterizada por una cáscara particularmente perfumada y rica en aceites esenciales.
La cáscara se pone en infusión en alcohol a 95° durante varios días, permitiendo que los aceites se liberen. Posteriormente, el alcohol infusionado se mezcla con un jarabe de azúcar y agua, obteniendo así el limoncello dulce y perfumado que conocemos.
Además de beberlo como digestivo después de almorzar, el limoncello se puede utilizar en la cocina para aromatizar postres, helados y otras recetas. Yo, por ejemplo, lo añado en la pastiera, pero también en la masa de las chiacchiere de carnaval y en los struffoli para añadir un toque cítrico.
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 40 Días
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 10 Personas
- Métodos de Cocción: Otro, Ebullición
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Verano, Otoño
Ingredientes
- 4 limones (orgánicos)
- 500 ml alcohol puro (a 95°)
- 500 ml agua
- 350 g azúcar
Preparación
Para realizar la preparación del limoncello, lavad cuidadosamente los limones con agua tibia frotándolos suavemente para eliminar impurezas. Sécalos con un paño limpio, y con un pelador o un cuchillo afilado, cortad finamente la cáscara de los limones, evitando tomar la parte blanca que es amarga.
Tomad un frasco de vidrio con cierre hermético y colocad las cáscaras de limón y luego añadid el alcohol en el frasco, asegurándoos de que todas las cáscaras estén sumergidas.
Cerrad el frasco herméticamente y dejadlo reposar en un lugar fresco y oscuro durante 30 días.
Transcurrido el tiempo de infusión, preparad el jarabe de azúcar. Poned en el fuego una cazuela con el agua y añadid el azúcar. Remover hasta que el azúcar se disuelva completamente sin llevar a ebullición.
Dejad enfriar completamente el jarabe de azúcar a temperatura ambiente. Introducid el jarabe en el frasco con las cáscaras y el alcohol, cerradlo herméticamente y guardadlo en un lugar oscuro y fresco durante otro mes largo.
Después de unos cuarenta días, filtrad el limoncello con un colador y verted el licor en las botellas, desechando las cáscaras y poniéndolas en el congelador.
De sabor único y aroma inconfundible, servid el limoncello congelado como digestivo al final del almuerzo o cena, o vertido sobre un buen helado de frutas.
Consejos
Usad limones orgánicos o no tratados, preferiblemente de la variedad «Sfusato Amalfitano» o «Femminello di Sorrento», que tienen una cáscara gruesa y muy aromática.
El alcohol al 95% es fundamental para extraer mejor los aceites esenciales de las cáscaras. Si lo deseáis más ligero, podéis reducir el alcohol y aumentar la cantidad de agua y azúcar.
El recipiente para la infusión debe ser preferiblemente de vidrio y bien cerrado para evitar la evaporación del alcohol y la oxidación de las cáscaras.
Si preferís un licor menos dulce, entonces reducid la cantidad de azúcar a 400 g. El resultado será más fresco y cítrico, pero ligeramente menos equilibrado.
Si preferís un licor menos dulce, entonces reducid la cantidad de azúcar a 400 g. El resultado será más fresco y cítrico, pero ligeramente menos equilibrado.
Variantes
Para un limoncello cremoso, añadid 500 ml de leche entera y 500 ml de nata fresca al jarabe azucarado (en sustitución del agua). Mezclad todo junto con el alcohol filtrado. Dejad reposar durante al menos 2 semanas en la nevera.
Para un limoncello especiado, añadid una pizca de canela o jengibre fresco durante la preparación del jarabe. Las especias añaden un toque interesante al sabor tradicional.
Conservación
El limoncello se debe conservar en la nevera o en el congelador. Puede durar hasta un año si se conserva adecuadamente, pero tiende a perder frescura y aromas después de 6 meses.
El limoncello se debe conservar en la nevera o en el congelador. Puede durar hasta un año si se conserva adecuadamente, pero tiende a perder frescura y aromas después de 6 meses.
El limoncello se debe conservar en la nevera o en el congelador. Puede durar hasta un año si se conserva adecuadamente, pero tiende a perder frescura y aromas después de 6 meses.

