La ensalada de calabacines es una receta versátil, porque puede ser servida como guarnición, como relleno de un bocadillo; o bien, con los calabacines en ensalada podemos aderezar un primer plato frío vegetariano de verano. Es un plato tan sencillo de preparar como sabroso, no contiene gluten ni lactosa. Os propongo mi versión básica para comerla fría, que puede ser enriquecida, de vez en cuando, según el contexto y los gustos personales, con varias especias, atún, salmón, queso y así sucesivamente.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Hervido
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 650 g calabacines
- 1 diente ajo
- 5 hojas albahaca o tomillo fresco
- c.s. sal fina
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada zumo de limón o vinagre de manzana
Pasos
Ponemos a calentar agua en una cacerola.
Mientras tanto, lavamos los calabacines bajo agua corriente y les quitamos las partes de desecho y no comestibles y los cortamos en cubos.
Tan pronto como el agua hierva, la salamos, esperamos que vuelva a hervir y echamos los cubos de calabacín, tapamos y esperamos tres minutos exactos (para calabacines muy frescos, de lo contrario dos minutos de cocción son más que suficientes).
Después de tres minutos apagamos y los escurrimos inmediatamente. Los transferimos a un bol y esperamos media hora antes de aderezarlos.
Después de media hora, cuando estén suficientemente fríos, los aderezamos con ajo finamente picado, las hojas de albahaca lavadas y troceadas, aceite y otra pizca de sal fina si es necesario.
La ensalada de calabacines está lista y solo queda llevarla a la mesa.
La ensalada de calabacines se conserva en la nevera un par de días.